Cientos de personas han llenado esta tarde la iglesia de Santa Lucía de Santander para dar el último adiós al expresidente del Parlamento y exconsejero del Gobierno y vicesecretario del PRC, Rafael de la Sierra, un «hombre dialogante, muy querido dentro y fuera de la política», cuyo «legado» en cuanto a talante y espíritu negociador perdurará.
Así lo ha señalado el párroco de Santa Lucía en una ceremonia «cálida y sencilla» a la que han asistido multitud de representantes de la sociedad civil cántabra, junto a autoridades políticas, cargos públicos, la familia y amigos de De la Sierra, y compañeros del PRC, encabezados por el secretario general y presidente de Cantabria en funciones, Miguel Angel Revilla, y del resto de partidos.
El párroco ha destacado que ‘Rafa’ era «un hombre sencillo entregado a su tarea, cercano a todos, un hombre clave en la historia reciente de Cantabria» y «muy querido». «Un cariño fruto de una vida marcada por la honestidad», ha apostillado.
Ha añadido que era un hombre «trabajador, responsable y familiar«, que «vivió por encima de todo los valores sencillos». «Fue una gran persona, y así lo expresan los numerosos testimonios de condolencia», ha afirmado el sacerdote, quien también ha resaltado el «temperamento afable, bondadoso y comunicativo» de un hombre que «ha tratado de hacer el bien, en un servicio entregado al pueblo».