19/04/2024

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Pablo González: «Las Mujeres y la Educación»

Tradicionalmente las mujeres se han hecho cargo de la educación en el sentido más amplio del término. Ligadas a las tareas de cuidados y crianza de los niños y niñas han sido las mujeres las principales protagonistas de la educación. Esto no quiere decir que a las mujeres se les pueda responsabilizar de los comportamientos y las estructuras sociales que han dominado y aún dominan a lo largo del tiempo, ni mucho menos; esto último tiene que ver con otros factores que indican las fuertes desigualdades que todavía existen en nuestra sociedad.

Pero si lo que queremos es poner el foco en el papel de la mujer en el sistema educativo de Cantabria, podemos acudir a los datos para hacernos una idea de la situación actual y de los últimos años. Según datos de la Universidad de Cantabria, la tasa de rendimiento académico es superior en las mujeres mientras que la tasa de abandono es inferior en la mayoría de grados. Llama poderosamente la atención el número de matrículas en los grados de ciencias, donde el número de mujeres es considerablemente inferior al de hombres, mientras que es al contrario en las facultades de ciencias de la salud. Aquí encontramos una brecha importante que incide directamente en el futuro profesional de unos y otras y que es necesario corregir. Es muy seguro que estemos perdiendo grandes talentos en las ramas de ingeniería que ofrece nuestra universidad pública.

En cuanto a la enseñanza no obligatoria (Bachillerato y Ciclos Formativos de grado medio y superior), según datos del ICANE, la matrícula en el primero es superior en las mujeres y muy similar entre ambos sexos en los ciclos de grado superior y al contrario en los de grado medio. La primera idea que nos puede venir a la cabeza es que el bachillerato da acceso a estudios universitarios, que es un objetivo de muchas mujeres. Al igual que los CGS que además otorgan una mayor cualificación profesional mientras que los CGM están más masculinizados, aunque son una buena opción de empleabilidad entre nuestra juventud. Por poner un ejemplo, el ciclo de peluquería de grado medio tiene una matrícula mayoritariamente femenina, mientras que el de Informática es mayoritariamente masculino. Nuevamente nos encontramos la misma brecha que en los grados universitarios en niveles educativos inferiores.

Por último, la profesión docente en todos los niveles, pero sobre todo en los más bajos (educación infantil, primaria y secundaria) está en manos de una mayoría de mujeres, lo que está en coherencia con las tituladas universitarias y superiores y en las salidas profesionales que tienen las mujeres. En definitiva, a la vista de los datos, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la educación en Cantabria y nuestra sociedad es la de corregir esta enorme brecha que se ha señalado anteriormente para que nuestras niñas y jóvenes tengan la oportunidad de desarrollar todas sus capacidades y talento.

Autor: Pablo González, secretario de educación de Podemos Cantabria

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