27/07/2024

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La cueva del Pendo, «Friso de las Pinturas» de Camargo

Las excavaciones que permitieron descubrir las pinturas (desarrolladas entre 1994 y 1997) eran una continuación de los trabajos de González Echegaray y su equipo

El 21 de agosto de 1997, el espeleólogo Carlos González Luque, del Grupo de Espeleología e Investigaciones Subterráneas «Carballo/Raba», y los arqueólogos María Ángeles Valle («Geles») y José Manuel Morlote («Morlo»), del Colectivo para Ampliación de estudios de Arqueología Prehistórica de Camargo, descubrían las pinturas del friso rocoso que separa las salas I y II de la Cueva de el Pendo.

Desde que Marcelino Sanz de Sautuola accediera a la gruta, en 1878, y Hermilio Alcalde del Río descubriera los grabados incisos del tramo final de la misma, en 1907, centenares de arqueólogos han trabajado o, simplemente, explorado, esta asombrosa cabidad que el Padre Jesús Carballo excavara durante décadas y los Cursos Internaciones de Arqueología de Campo (organizados en la cueva entre 1953 y 1957) dieran a conocer a todo el mundo.
Mencíón especial merece la figura del gran arqueólogo Joaquín González Echegaray, quien asistiera al prehistoriador André Cheynier en sus excavaciones de 1953, y al Comisario General de Excavaciones del régimen franquista, Julio Martínez Santaolalla, en las campañas de 1954-1957, además de asumir la publicación de los resultados de ambos arqueólogos, en 1980, cuando la cueva había caído en el olvido y las colecciones se degradaban en el museo de Santander.
Precisamente, las excavaciones que permitieron el descubrimiento de las pinturas (desarrolladas entre 1994 y 1997) eran una continuación de los trabajos de González Echegaray y su equipo. Y el destino quiso que la última tarde de la última campaña, cuando los arqueólogos remataban la faena y cerraban el yacimiento, la representación de cabra montés apareciera como surgida de la nada y, detrás de ella, el resto de figuras de lo que hoy conocemos como el «Friso de las Pinturas».

Veinticinco años después, y tras el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio Mundial, en 2008, y del Consejo de Europa como Patrimonio Rupestre Europeo, en 2017, la sociedad de Camargo celebra el mayor hallazgo acaecido en la cueva que, en los últimos años, se ha convertido en su icono identitario y en la mejor promoción internacional de este municipio que cierra por el oeste la Bahía de Santander, comarca en torno a la cual se localizan algunos de los mejores yacimientos paleolíticos del mundo (La Garma, Morín, El Juyo, Covalejos y la propia gruta de El Pendo).

El descubrimiento del Friso de las pinturas en 1997 fue un acontecimiento que dio la vuelta al mundo y que cambió para siempre la valoración científica y social de El Pendo. Veinticinco mil años después de ser pintadas y veinticinco años después de ser descubiertas para la humanidad contemporánea, es un gran momento para que todos nos acerquemos a las pinturas de este enclave singular y profundicemos en el conocimiento del que es, por derecho propio, el gran friso decorado del Paleolítico cantábrico. Para ello, el Ayuntamiento de Camargo ofreció un rana para conmemorar tal fecha.

 

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