Cantabria ha dado por cerrado el brote de coronavirus registrado en un edificio de la calle Nicolás Salmerón de Santander a finales de junio, con el desconfinamiento este viernes del último piso que permanecía en cuarentena con seis residentes.
Todos los positivos registrados en el edificio tienen ya el alta epidemiológica tras realizarse las pruebas correspondientes.
Este brote, el primero en Cantabria desde que se levantó el estado de alarma, obligó a aislar el bloque de pisos al completo con casi un centenar de vecinos durante diez días, tras detectarse trece positivos en dos agrupaciones de casos intradomiciliarios, que después aumentaron a 16.
El edificio fue puesto en cuarentena a finales de junio tras detectar varios contagios en cuatro de los domicilios, de modo que se aisló a los vecinos, así como a las personas con las que habían mantenido un contacto estrecho –identificadas tras realizar un estudio de contactos–, que eran en torno a una treintena más.
Dada la proximidad de los primeros casos detectados, la Dirección General de Salud Pública activó, desde un primer momento, todos los protocolos y, además de acometer un «exhaustivo» estudio de contactos, realizó pruebas a todas las personas del entorno próximo.
Progresivamente se fue desconfiando el edificio hasta quedar una única vivienda con seis personas, para la que se acaba de levantar el desconfinamiento.