12/05/2024

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Activa Mutua, camino de desaparecer, “antes del verano”

Es un secreto a voces. Activa Mutua, la mutua de origen local y una de las referentes del sector, tiene los días contados antes de ser absorbida o, en el mejor de los casos, ser diluida en un consorcio de mutuas. En todo caso, se da por prácticamente segura su desaparición como marca y, con ello, la pérdida de un activo histórico de las comarcas de Tarragona.

Hace tiempo que se barajan estas dos alternativas. De hecho, según diversas fuentes consultadas por Tarragona Empresarial, la madrileña Ibermutua y la valenciana Umivale, entre otras mutuas que han mostrado interés, habrían presentado firme candidatura para absorber a Activa Mutua, después de que la junta directiva de la mutua con sede en Tarragona aprobara en su día la vía de “iniciar conversaciones con otras mutuas”. En el caso de Ibermutua, que sería la mejor posicionada, hace ya tres años que estudian esta posibilidad, que encajaría con sus planes de expansión, especialmente en Catalunya, donde Activa Mutua es una de las mutuas con mayor presencia. Por su parte, Umivale también está bien posicionada en esta carrera por hacerse con la mutua local, motivada por su interés en desarrollar su marca en otros ámbitos geográficos.

Y es que hacerse con los activos de Activa Mutua sumaria un gran potencial para cualquier entidad del sector. Actualmente, la mutua tarraconense da servicio a más de 65.000 empresas en toda España y cuenta con 76 delegaciones y 33 centros asistenciales propios, que dan servicio a 575.000 trabajadores. Emplea a 854 personas, 260 en la provincia de Tarragona. Cerró el pasado ejercicio con una facturación de 394 millones de euros. De todas las empresas con sede en las comarcas de Tarragona, es la cuarta por volumen de facturación.

Una segunda opción, más difícil de concretarse, es que Activa Mutua pasara a integrarse en un conjunto de mutuas de origen catalán. Al parecer, la Generalitat vería con buenos ojos esta posibilidad, con el fin de que algunas de las mutuas catalanas no acabaran integrándose en otras de fuera de Catalunya. En este punto hay que recordar que las mutuas con sede en Catalunya tienen el 40% de toda la cuota estatal del sector. No obstante, son varias las voces que señalan que se trata de un tema que “se decide en Madrid, al depender de un Ministerio”.

En todo caso, existe una muy alta probabilidad que Activa Mutua deje de actuar como entidad propia “antes del verano”. Desde la propia Activa Mutua han declinado hacer declaraciones al respecto.

¿Por qué se ha llegado a este punto? La Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, de la que dependen las mutuas, es la que más interés tiene en que Activa Mutua pase a integrarse dentro de otra mutua. Una de las labores de esta dirección general es la de controlar la gestión y situación económico-financiera de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social. Precisamente, en los últimos años, Activa Mutua ha acumulado sanciones, con base a actuaciones ‘irregulares’, por un importe cercano a los dos millones de euros (entre ajustes de la Inspección y la propia sanción), lo que habría sido aprovechado, junto a la causa abierta en los juzgados (denuncia de un extrabajador en 2017, que todavía está en fase de instrucción), para forzar que Activa Mutua pase a ser absorbida por otra mutua.

Sin embargo, la totalidad de las mutuas españolas ha sido sancionados en los últimos años, y ello no ha derivado en su cierre o absorción. Singularmente, fueron muy destacados los casos de la Mutua Universal y de Fremap, protagonistas en su día de acciones de malversación de fondos por una parte de la cúpula directiva, en importes muy notables. Por otra parte, desde hace años, los gobiernos de turno han venido fomentando fusiones entre las mutuas, con el objetivo que en el sector queden menos de una decena, frente a las 19 de la actualidad.

Por contra, en su haber, hay que apuntar que Activa Mutua ha aportado en los últimos años 220 millones de euros al sistema público, y ha presentado las cuentas claras en el capítulo de reservas exigido. Es más, todos los informes de la Intervención de la Seguridad Social habían sido positivos. Junto a estos parámetros, Activa Mutua ha venido situándose en el puesto número 9 en la clasificación nacional del sector en volumen de cuotas y en el puesto número 7 en términos de solvencia, al menos hasta el año 2018. En 2020 fue, por el contrario, la mutua que más afiliados perdió, y en ese mismo ejercicio, la que peores ratios presentó. A su favor, Activa Mutua cuenta con importantes activos que podrían, en parte, enajenarse o aportarse como garantía para cubrir cualquier eventualidad de solvencia.

Por otro lado, existen otros argumentos coyunturales que favorecerían la desaparición de Activa Mutua como marca. Tras la salida en 2019 del director general, Miquel Àngel Puig, su puesto fue ocupado por Miguel Ángel Díaz Peña, inspector de Trabajo jubilado, que, al parecer, habría trabajado con el fin de evitar la absorción, pero que estando de baja médica desde abril del año pasado habría dejado sin efecto esa posibilidad. De manera que Activa Mutua se encuentra hoy en una cierta situación de interinidad, y a la “espera de acontecimientos”. El actual director gerente en funciones es Francesc Sabater.

Con la marcha de Puig y el relevo de cargos en los órganos de la junta de gobierno, Activa Mutua ha ido perdiendo la fuerza y representatividad que tenía en el territorio. En este sentido, ninguna voz local de la clase asociativa empresarial ni política, sabedora de estos movimientos, ha mostrado, al menos públicamente, su interés por ‘salvar’ la entidad. En este punto, hay que recordar que los orígenes de Activa Mutua están muy arraigados en el territorio. En 1922 se constituye REDDIS en la ciudad de Reus y MATT en Tarragona. En 2007 se fusionan Reddis y la MATT, creando ReddisMatt, y en 2008 se crea Activa Mutua, tras la fusión de Fimac, Mupa y ReddisMatt.

Así las cosas, entre los colaboradores que trabajan en la mutua cunde el desánimo y la desazón ante el incierto futuro. A nadie escapa que una futurible absorción condenaría a parte de la plantilla a desligarse vía regulación laboral, como suele ocurrir en la mayoría de estas operaciones. Con la pérdida de Activa Mutua, el territorio sigue acortando sus espacios y actores de influencia que los represente.

Fuente: tarragonaempresarial.com / J.A. Domènech

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