La Alianza por la Industria de Cantabria nace como instrumento para garantizar la supervivencia, la modernización y el fortalecimiento de un sector “esencial” para el tejido económico de la Comunidad Autónoma, aumentar su peso futuro en el PIB regional y su nivel de empleabilidad, y defender a las empresas altamente consumidoras de energía ante el impacto negativo del Estatuto de los Consumidores Electrointensivos aprobado por el Estado.
El Gobierno de Cantabria, el Parlamento, los principales agentes económicos y sociales, la Federación de Municipios y dos colegios profesionales conforman este entente que hoy se ha constituido en un acto solemne celebrado en el patio de la Cámara autonómica bajo la presidencia del jefe del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla. También han asistido directivos de algunas de las grandes empresas electrointensivas de Cantabria como Global Steel Wire, Solvay, Reinosa Forgings & Castings, Bondalti y Ferroatlántica.
El presidente ha puesto en valor la unidad que envuelve esta iniciativa apoyada por “el 95 % de la sociedad de Cantabria” y tan “escasa” en los tiempos actuales. “Ver esta imagen de unidad nos refuerza a todos, a mí como presidente y a este Gobierno para luchar por un sector clave de la economía de Cantabria, que fue una región industrial y tiene que ser una región industrial”, ha señalado.
Revilla considera que esta Alianza por la Industria es una garantía de futuro para un sector que depende en estos momentos de dos cuestiones fundamentales: el coste de la energía y un Estatuto de los Consumidores Electrointensivos que “no nos satisface”.
Según el presidente, Cantabria está dispuesta a “jugar fuerte” para defender la viabilidad de las electrointensivas, que tienen un peso específico en el PIB industrial cántabro. Y no estará sola en esa partida, sino que actuará en “bloque” junto con Galicia y Asturias, que comparten la misma problemática y postura al respecto.
También ha intervenido en el acto el consejero de Industria, Javier López Marcano, cuyo departamento coordina la Alianza por la Industria. Marcano ha afirmado que esta iniciativa hace justicia con la tradición industrial “madura y consolidada” de una región cuyo PIB industrial está varios puntos por encima de la media nacional.
“Les debemos ese reconocimiento histórico, porque buena parte de la calidad de vida de la que hemos disfrutado en esta tierra se debe, no solo a su pujanza, sino también a los afanes industriales de quienes convirtieron nuestra historia y nuestra tradición en la de una región altamente industrial”, ha subrayado.
Para el consejero, el de hoy es “el primer paso de un largo recorrido” para alcanzar los objetivos con los que nace esta Alianza por la Industria. Entre las iniciativas concretas para lograrlo, Marcano se ha referido a dos “herramientas imprescindibles” como el proyecto TCNIC, relacionado con la exportación tecnológica, y el Digital Innovation Hub, que está muy cerca de ser adjudicado a Cantabria por parte de la Comisión Europea.
Por último, el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez, ha hecho hincapié en el “ejemplo de unidad” que rodea esta Alianza con la que Cantabria será escuchada “como una sola voz” en defensa de una energía más barata que aporte competitividad al sector industrial y éste, a su vez, riqueza y empleo en la Comunidad Autónoma.
17 firmantes y 3 medidas
En el transcurso del acto, Revilla y Marcano han plasmado su firma en el manifiesto junto con los representantes de todos los grupos parlamentarios, excepto Vox (Pedro Hernando, PRC; María José Sáenz de Buruaga, PP; Noelia Cobo, PSOE, y Marta García, Ciudadanos); de la Universidad de Cantabria y Uneatlántico, Daniel Pérez y Raúl Calderón, respectivamente; de la CEOE, Tomás Dasgoas; de los sindicatos CCOO, César Conde, y UGT, Luis Díaz, y de las Cámaras de Comercio de Cantabria, Jesús Tortosa, y de Torrelavega, Carlos Augusto Carrasco.
También han firmado los presidentes de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro, y de la Autoridad Portuaria, Francisco Martín, y los decanos de los Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, Martín Vega, y de Ingenieros Técnicos Industriales, Enrique González.
En total, 17 firmas que representan al conjunto de la sociedad cántabra y que exigen, tal y como consta en el texto constitutivo, la adopción “de manera inmediata” de tres medidas. En primer lugar, “revisar, complementar y desarrollar” el marco normativo energético establecido en el Real Decreto 1106/2020, de 15 de diciembre, por el que se regula el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos, al objeto de adoptar medidas de mayor impacto, compatibles con la legislación europea, que reduzcan los costes de suministro eléctrico de las empresas del sector para equipararlos a los que tienen otros países del entorno comunitario.
Concretamente, Cantabria solicita poner fin al “agravio comparativo” que sufren las electrointensivas con respecto a otras industrias menos consumidoras de energía, al no establecerse dos categorías diferenciadas. Asimismo, reclama un “entorno predecible” y la compensación máxima permitida por la Comisión Europea para la financiación de energías renovables y cogeneración de alta eficiencia, aprovechar en el conjunto de España todos los recursos destinados a compensar los costes de emisión indirecta de CO2, entre ellos los no agotados en 2020, y abordar actuaciones encaminadas al abaratamiento de la factura eléctrica en la línea de otros estados miembros.
En segundo lugar, la Alianza por la Industria de Cantabria pide, “a la mayor brevedad posible”, el mecanismo sustitutorio del servicio de interrumpibilidad suprimido a mediados de 2020 y, en tercer y último lugar, propone al Gobierno de España un “diálogo directo y receptivo” con las grandes empresas electrointesivas y fomentar la corresponsabilidad con las comunidades autónomas.
Contexto
La Alianza por la Industria nace en el contexto de una Comunidad Autónoma caracterizada por una intensa implantación industrial, aunque las crisis económicas y los cambios económicos y sociales de los últimos años han tenido un impacto notable en el sector. Pese a ello, la industria sigue siendo un sector clave para generar prosperidad en los territorios a través de empresas comprometidas con el desarrollo de empleo de calidad, impulsoras del avance tecnológico y responsables socialmente con las regiones en las que se implantan.
Las exigencias de un mercado globalizado con diferentes condiciones y restricciones normativas y, en particular, los retos climáticos definidos tanto por la Unión Europea como por el Gobierno de España generan una progresiva pérdida de competitividad en territorios como Cantabria, que tiene una presencia importante de industrias maduras.
Esta situación ocasiona una distorsión económica y social que requiere de la aplicación de medidas compensatorias para garantizar una transición justa, especialmente en lo que respecta a las empresas altamente electrointensivas de Cantabria, de las que depende buena parte de la economía regional y que, en estas circunstancias, corren un claro riesgo de cierre o deslocalización por el elevado coste energético.
La energía representa un porcentaje muy elevado del coste de sus productos y la reciente aprobación del Estatuto de los Consumidores Electrointensivos no ha atendido a las alegaciones al borrador presentadas desde los ámbitos político, económico y social autonómicos. Además, el anteproyecto de ley de creación del Fondo de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico acarrea dudas sobre el impacto en los costes energéticos industriales.