17/06/2024

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Laredo: Exonerado del pago de una deuda de casi 1,5 millones de euros por la Ley de la Segunda Oportunidad

El titular del Juzgado Mercantil número 1 de Santander perdona una deuda de 1.489.566,89 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad y le exoneraba del pasivo insatisfecho

El Juzgado Mercantil número 1 de Santander ha perdonado una deuda de 1.489.566,89 euros a un vecino de Laredo que se vio envuelto en una situación de insolvencia a causa de los avales solidarios que firmó como socio de una empresa del sector textil y que entró en concurso debido a las deudas generadas durante la pandemia del coronavirus. Así, el juez exonera del pasivo insatisfecho al cliente de Bergadà Asociados, despacho especializado en Derecho concursal en ámbito nacional, al aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad.

En cuanto a los hechos, estos se remontan al año 2020, justo después de las primeras restricciones por la pandemia del coronavirus, cuando el hombre era socio con un 5% de las participaciones de una empresa del sector textil, concretamente de la confección de ropa. Debido a la situación que atravesó el país, la sociedad empezó a tener problemas económicos y con uno de los socios, «por lo que se me exigió que hiciera frente a la deuda que había en ese momento por los préstamos que se habían solicitado, ya que había firmado avales solidarios», recuerda.

De hecho, comenta que «era un proyecto muy ilusionante y parecía que iba a funcionar bien, por eso firmé los avales sin leerme la letra pequeña. Eso fue un grave error, porque no sabía que tendría consecuencias graves si había problemas económicos». Además, remarca el hecho que «sólo tenía un 5% de participaciones de la empresa, pero al irme de ella y haber una deuda que no se podía hacer frente me exigían la totalidad de ella. A ello, hubo que sumarle las pérdidas que había tenido yo en una empresa anterior. Fue un momento en el que todo se complico mucho».

Fue entonces cuando se iniciaron las constantes llamadas de las entidades bancarias para que hiciera frente la deuda generada. «Ojalá hubiera podido pagar, pero la cantidad era tan grande que era totalmente imposible. Las llamadas se producían a cualquier hora del día y desde diferentes números de teléfono, por lo que al final opté por no descolgar si no conocía a la persona que me llamaba», matiza.

Por su parte, la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà, expresa que «son muchos los clientes que explican que se sienten acosados por el gran volumen de llamadas que reciben de las entidades bancarias. Incluso, les hacen sentir como delincuentes y eso les pasa factura emocional y psicológicamente».

Fue en el mes de julio de aquel mismo año cuando un allegado y vecino de Laredo le habló de la Ley de la Segunda Oportunidad y de Bergadà Asociados, ya que Marta Bergadà había llevado su procedimiento y estaba muy satisfecho, porque se le habían exonerado las deudas. «Yo desconocía la Ley de la Segunda Oportunidad por completo, ya que no había conocido ningún caso en el que se hubieran perdonado las deudas, y cuando me lo explicaron fue una sorpresa, por lo que decidí contactar», comenta el hombre.   De este modo, en pleno verano se estableció una primera reunió con el equipo de Bergadà Asociados en la cual el vecino de Laredo expuso su caso. Y tras ver que se trataba de un deudor de buena fe, cumpliendo todos los requisitos exigidos por la Ley de la Segunda Oportunidad, se inició el procedimiento. Así, Marta Bergadà indica que «en aquella primera reunión vimos que estaba en una situación límite por la elevada cantidad que se le exigía, así que nuestra función también fue estar a su lado».

El cliente de Bergadà Asociados expresa que «hasta ese momento la presión era muy grande, ya que no sabía qué hacer y pensaba que toda la vida iba a estar endeudado y tirando como pudiera. Pero el tener buenas recomendaciones de este despacho especializado en Derecho concursal supuso un plus. Además, aunque constantemente existen dudas de cómo va a ir todo, siempre me dijeron que estuviera tranquilo».

No obstante, cabe decir que dicho procedimiento se ha alargado prácticamente cuatro años. «Ha sido un periodo de tiempo muy largo, ya que se dieron varias circunstancias como por ejemplo la lentitud de la justicia en nuestra zona, agrava por la pandemia, o las huelgas de los Letrados de la Administración de Justicia, entre otras circunstancias. Por ello, hubo momentos complicados en los que tuve que apretarme el cinturón, como se suele decir, más de la cuenta, para poder salir adelante y vivir. Aunque tengo que reconocer que en el fondo de mi había cierta tranquilidad, porque pensaba que todo se iba a solucionar de manera favorable. Además, desde el despacho me animaban a ser positivo», expone el cliente de Bergadà Asociados.

La buena noticia se produjo recientemente, cuando el titular del Juzgado Mercantil número 1 de Santander le perdonaba una deuda de 1.489.566,89 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad y, por lo tanto, le exoneraba del pasivo insatisfecho. «En el momento de recibir los mensajes y la llamada de Marta Bergadà sentí un alivio muy grande. Aunque desde que se inició el procedimiento fue como si empezara de cero, con la sentencia me sentí muy aliviado y con una alegría inmensa. En cierto modo, tenía asimilado que iría bien, pero ahora estoy más relajado», señala.

En cuanto al futuro, el cliente de Bergadà Asociados indica que «voy a disfrutar el día a día y de las pequeñas cosas y detalles de la vida, sin hacer planes a largo plazo. Además, de los errores se aprende y esto ha supuesto un máster de vida, ya que incluso ahora me leo con detenimiento todas las letras pequeñas antes de firmar. Por fin puedo decir que voy a vivir el presente sin preocupaciones», concluye.

Finalmente, la letrada Marta Bergadà insiste en que «hay que tener mucho cuidado con los avales, ya que son muchas las personas que nos hacen consultas sobre la Ley de la Segunda Oportunidad al verse inmersas en una situación de insolvencia porque eran avalistas. Por eso, siempre hay que leer la letra pequeña de los contratos y tener claras las consecuencias. No obstante, también hay que decir que siendo deudores de buena fe esta ley es una gran aliada para que puedan mirar el futuro con mucho más optimismo».

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