«Vemos una oportunidad en Naturea con rutas y actividades donde no actuábamos»

El director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio, ha desmentido de forma rotunda que el Ejecutivo cántabro pretenda cerrar centros de interpretación, desmantelar el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) o acabar con el programa Naturea de la Red Cántabra de Desarrollo Rural.

Lucio ha asegurado que la Red Cántabra de Desarrollo Rural, los representantes de sus trabajadores y los presidentes de los cinco Grupos de Acción Local conocen el proyecto de creación de la Red de Centros de Interpretación del Patrimonio Natural de Cantabria, un proyecto de la Consejería de Medio Ambiente que englobará los 8 dependientes de la Consejería, y en los que la atención al público se gestionará a través de un contrato de servicios que se adjudicará por importe de 4,8 millones de euros y por un plazo de cinco años.

Así lo ha garantizado el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio, en su comparecencia hoy en rueda de prensa, acompañado por el director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Agustín Ibáñez y el gerente de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, Fernando Isasi.

El director general ha querido así, salir al paso frente a las declaraciones vertidas por CCOO y el Partido Popular que, según ha asegurado, han puesto en duda tanto la continuidad del programa Naturea- que la Consejería ha venido apoyando desde el año 2009- como del CIMA, un centro que ha calificado como “puntero a nivel nacional” en materia de información ambiental y el voluntariado.

Estas informaciones que son “fruto de la desinformación o mala fe”, ha asegurado, no responden a la realidad y están generando una inquietud, tanto en los trabajadores como en los usuarios de Naturea como en los visitantes de los centros de interpretación, que no responde a ningún proyecto sino a la intención de intoxicar y confundir a la opinión pública.

Ha remarcado que lo único que se salda en positivo de esta “falsa y lamentable campaña” es constatar el aprecio de la sociedad de Cantabria a las actividades organizadas por la Consejería en materia de conservación del patrimonio natural, por el trabajo del CIMA y por el programa Naturea. Según ha puesto de relieve “la única satisfacción de esta falsedad, es el reconocimiento de la sociedad al trabajo de muchos años de funcionarios, empleados de la Red Cántabra de Desarrollo Rural y de las empresas que han colaborado con el Gobierno en la gestión de los centros del sur de Cantabria”.

Con respecto al Partido Popular, Lucio ha destacado que la “memoria es frágil”, ya que el programa Naturea en el periodo 2011-2015 estuvo a punto de desaparecer, al introducir el cobro por la entrada en los Centros de Interpretación y reducir drásticamente su presupuesto, “medidas totalmente contrarias al mantenimiento de un programa que nació en 2009 y que, entre otros objetivos, tenía el de facilitar el acceso de todos los ciudadanos a esos equipamientos públicos”, ha manifestado Lucio.

El director de Biodiversidad ha recordado que en la presente legislatura se ha producido el “hecho histórico” de la integración en una única Consejería de las competencias en biodiversidad y medio ambiente, y que, desde el principio de la misma, el consejero Guillermo Blanco ha marcado como objetivo lograr una integración real para evitar ineficiencias y solapamientos.

La creación de la Red de Centros busca  “potenciar sinergias y establecer la máxima coordinación” en materia de voluntariado y educación ambiental realizadas desde el CIMA y las ejecutadas en el ámbito de los espacios protegidos por la Dirección General de Biodiversidad, en colaboración con la Red Cántabra de Desarrollo Rural y su programa Naturea, programa que recibe este año de la Consejería la mayor subvención de todas las que gestiona la Dirección General, 1,4 millones de euros, y que tendrá en 2022 la misma aportación, por lo que resulta absurdo que alguien “hable de desmantelamientos, cierres o despidos”.

Lucio ha explicado que los cinco centros cuyo contrato de atención al público gestiona el CIMA (Centro Interpretación del Monte Hijedo, Centro de Interpretación del Embalse del Ebro, Centro de Interpretación del río Ebro, Centro Interpretación de la Piedra en Seco y el Centro de Interpretación de Los Caminos de la Harina) cuentan con un contrato de servicios de atención al público que finaliza el próximo mes. Mientras que una parte de las actividades del programa Naturea la Red Cántabra de Desarrollo Rural, tienen como referencia Centros de Interpretación de los parques naturales de Saja-Besaya; Collados del Asón y de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Estos tres centros, son utilizados por la Red Cántabra de Desarrollo Rural, mediante una cesión de uso realizada por la Consejería, que tiene carácter temporal como máximo hasta diciembre de 2022, merced al convenio entre la Consejería y la Red.

La futura Red de Centros de Interpretación del Patrimonio Natural de Cantabria contará en un principio con los 8 centros indicados, a los que se sumará en el futuro el centro de interpretación del parque natural de Oyambre que se está construyendo en la Casa Pozo, y el del parque natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada que todavía no tiene sede definida, consolidando  por “primera vez” en Cantabria una red pública de Centros de Interpretación que van a tener una imagen corporativa común y programas de información y sensibilización compartidos.

Según ha explicado el objetivo es lograr una sinergia entre el programa Naturea de la Red Cántabra, “clave para nuestra Consejería”, y el CIMA, un organismo fundamental por su experiencia en la educación y el voluntariado ambiental. Para asegurarlo el director de Biodiversidad ha manifestado que se va a constituir una Comisión Técnica de Coordinación en la que va a participar la Red Cántabra de Desarrollo Rural y la Consejería a través del CIMA y la Dirección General de Biodiversidad y a la que se incorporará en su momento la empresa adjudicataria de la atención al público.

Por su parte el director del CIMA, Agustín Ibáñez, ha subrayado el papel fundamental que en esta legislatura se ha atribuido por parte del consejero Blanco al CIMA y ha puesto en valor la “apuesta clara y decidida por potenciar y optimizar su actividad en el futuro”, desmintiendo acusaciones falsas sobre su continuidad que está “más que garantizada”, ha recalcado. Ibáñez también ha recordado el “amplio campo de trabajo de este organismo autónomo”, que va desde la investigación ambiental, hasta el control de la calidad ambiental, o la información ambiental, incluyendo la educación y voluntariado ambiental, entre otras áreas.

Para Ibáñez, el nuevo escenario puede suponer una buena oportunidad de expansión del CIMA, cuyos programas de información ambiental no se dirigirán sólo al ámbito del sur de Cantabria sino a todo el territorio de la comunidad, pudiendo apoyarse para ello en los equipamientos de la Red de Centros de Interpretación del Patrimonio Natural de Cantabria. 

El gerente de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, Fernando Isasi, ha querido transmitir a los trabajadores de la Red que “en ningún momento se ha planteado la pérdida de puestos de trabajo”, al contrario, ha señalado estar en máximos históricos de contratación con 60 trabajadores formando parte de la plantilla de la Red Cántabra de Desarrollo Rural. También ha asegurado que no corren ningún riesgo de cierre los otros cuatro centros en los que Naturea desarrolla actividades: el centro ornitológico de La Población, el centro de la Red Natura 2000 en valles pasiegos situado en Puente Viesgo, la casa de la naturaleza de Pesaguero y el centro de interpretación de Oyambre ubicado en el faro de San Vicente de la Barquera; centros que seguirán siendo puntos focales, junto con los ocho centros que integrarán la Red de Centros del Gobierno de Cantabria, para las actividades de Naturea en los próximos años.

Isasi ha reconocido el compromiso de la Consejería con el programa Naturea para potenciar el desarrollo rural, y ha asegurado que con la creación de la Red de Centros de Interpretación del Medio Natural se abre una “oportunidad” para ampliar la realización de actividades en el sur de Cantabria. Por ello ha transmitido un mensaje de tranquilidad, tanto a los trabajadores como a los usuarios, estos últimos el año pasado se superaron los 50.000 a pesar de los condicionantes de la pandemia y que llegaron a los 100.000 en 2019, unas cifras que dan una idea de la fuerza de la implantación en el territorio del programa Naturea.

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