El PSOE ha culpado a su socio en el Gobierno de Cantabria, el PRC, del retraso que han sufrido en esta legislatura algunos de los proyectos de ley emanados de consejerías socialistas, como la Ley de Igualdad, la Ley de Derechos LGTBI, la de Memoria Histórica o la del Consejo de la Juventud. Y ha instado al PRC y a Miguel Ángel Revilla a decidir entre una Cantabria de derechos o una Cantabria de derechas».
Lo ha afirmado este martes en rueda de prensa el portavoz del grupo parlamentario Socialista y presidente de la comisión de Política Social del Parlamento, Víctor Casal, quien ha lamentado que con los votos de PP, Cs y PRC, a favor de admitir a trámite una veintena de comparecencias previas a la tramitación de la Ley LGTBI «nos han dejado sin tiempo efectivo para aprobarla esta legislatura».
Para Casal, estas 21 comparecencias solicitadas por el PRC y Cs eran «innecesarias» porque el proyecto de ley «se ha elaborado con el colectivo» LGTBI y «los propios colectivos se habían mostrado en disposición de crear mesas de trabajo con los partidos para resolver cualquier tipo de duda».
El portavoz socialista considera que ha sido «una situación decepcionante y uno de los momentos más tristes que se han vivido en el Parlamento de Cantabria en esta legislatura». «Cabía esperar esa conjunción entre las derechas del PP y Cs, pero el PRC, no sabemos si por desconocimiento o por convicción a la hora de elegir entre las derechas y los derechos, se sumó al tridente de las derechas», ha criticado.
Para Casal, «no cabe la excusa, muy manida últimamente, de que el Gobierno trae tarde las leyes al Parlamento, y si lo fuera, tiene culpables claros», ha recalcado señalando al PRC y los «atascos en sus consejerías».
En ese sentido, ha asegurado que lo que ha ocurrido con la Ley LGTBI, que entró en el Parlamento en octubre, ha pasado también con la Ley de Igualdad –que se remitió hace un año, en marzo de 2018, y se va a aprobar la próxima semana, en la recta final de la legislatura–.
El portavoz socialista ha añadido que la ley del Consejo de la Juventud, «tardó casi tres años en llegar al Parlamento tras atascarse en los servicios jurídicos de alguna consejería regionalista«, y la de Memoria Histórica está «paralizada desde marzo del año pasado a falta de tres informes de consejerías del PRC».
Volviendo a la Ley LGTBI, Casal ha pedido «perdón» a todo el colectivo y a todas aquellas personas a las que no vamos a poder reconocer unos derechos de igualdad», y ha garantizado el compromiso del PSOE de Cantabria de volver a llevar este proyecto de Ley al Parlamento «cuando gobierne tras las elecciones de mayo».
«EN TIERRA DE NADIE»
Por su parte, el coordinador LGTBI del PSOE de Cantabria, Ismael Saiz, ha denunciado que PP, Cs y PRC «han tumbado una ley sin dar la cara, una ley que ni les importa ni les interesa, una ley que no solo haría avanzar en lo social a nuestra comunidad, sino que también suponía el reconocimiento a la memoria de todas aquellas personas que lucharon antes por ella, una ley que culminaba la lucha de un colectivo». «Una ley que su único mal, era otorgar derechos y libertades sin arrebatárselos a nadie», ha insistido.
A su juicio, ante esta situación el colectivo LGTBI, se queda «en tierra de nadie» y ha mostrado su preocupación «ante la suma de las derechas en este país a las que nunca les han gustado los movimientos sociales».
«Y mientras en Cantabria no se tramita esta ley, muchas personas LGTBI son víctimas de acoso escolar, otras son discriminadas en su entorno laboral por su orientación sexual e identidad de género, muchas trans son agredidas en la calles y a otras personas se les continúa sin reconocer su identidad», ha resaltado.
Según el socialista, «la sociedad avanza, pero parte de nuestra clase política, sigue empeñada en impedir que la demanda social vaya acompañada del respaldo legislativo que necesitamos».
Asimismo, Saiz ha hecho un «llamamiento a la responsabilidad social que tienen en sus manos los grupos con representación en el Parlamento de Cantabria y sobre todo, al PRC que tendrá que decidirse por posicionarse del lado de los voceros retrógrados de Colón o de quienes defienden, como el PSOE, los derechos y libertades de las personas».