El Partido Regionalista de Cantabria ha advertido al PP que Vox es “una línea roja infranqueable” para cerrar el acuerdo de investidura, por lo que le ha pedido que “se aclare” y asuma que su disposición a propiciar la investidura de María José Sáenz de Buruaga como presidenta “no es un cheque en blanco” y requiere “garantías” para asegurar que la extrema derecha no acceda a labores de gobierno en la Comunidad Autónoma.
El PRC ha respondido de este modo al comunicado en el que el PP reivindica su capacidad de negociar con el resto de las formaciones políticas que obtuvieron representación parlamentaria y de llegar a acuerdos puntuales. “Como ganador de las elecciones, el PP está en su derecho de hablar y alcanzar acuerdos con quien quiera, pero debe tener claro que la generosidad que hemos demostrado los regionalistas al tender la mano desde el primer momento para propiciar la investidura implica mantener a Vox fuera del Gobierno, para evitar cualquier recesión en la evolución de la Comunidad Autónoma y en los derechos de los cántabros”, ha recalcado.
Por ello, ha pedido a los populares que aclaren “si ya están en negociaciones con Vox o si tienen la intención de abrirlas, como sugiere su comunicado”, dado que esa posición es “incompatible” con la postura que defendida en los contactos mantenidos hasta hoy entre las dos formaciones. El PRC ha explicado además que el documento remitido ayer a la dirección popular es “un acuerdo de máximos” y sus contenidos están abiertos a la negociación entre los dos partidos, “salvo en lo que respecta a Vox y su posible acceso al Gobierno de Cantabria de la mano del PP”, que considera “un límite insuperable”, tal como ha manifestado reiteradamente su secretario general, Miguel Ángel Revilla, “antes, durante y después de la campaña electoral”.
En consecuencia, espera que el PP “clarifique cuanto antes” su postura para determinar si es posible o no el acuerdo de investidura “en los términos que había sido planteado por las comisiones negociadoras”.
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