A la pregunta de cantabriadirecta de si se mantiene la creencia de que la llegada del calor hace que los efectos del virus desciendan y el rigor científico de esa creencia, el doctor Fernando Simón (Zaragoza, 1963), director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, manifestó que «lo que nosotros planteamos son hipótesis, hay virus similares a los que les afecta el clima, el tiempo, hay virus silimares y otros coronavirus que tienen comportamientos similares que tienen una estacionalidad clara, que dejan de transmitirse o se transmiten a un bajo nivel, durante la primavera y el verano, y por lo tanto estas hipótesis se pueden comprobar con cierta dificultad«.
El doctor en su explicación ha comparado el efecto con otros países y ha añadido que «hasta que no tegamos claro cómo evoluciona en otros países, con climas similares y climas diferentes, no podemos realmente valorarlo». Es más, incluso ha ido más allá y manifestado que «si tenemos suerte y solo hay un onda epidémica que sea esta, podemos llegar realmente a valorarlo. Si desgraciadamente hubiera más, es posible que lo podamos valorar mejor«.
Sobre cómo afecta la pandemia en las comunidades autónomas, Simón ha señalado que «sí es cierto que hay comunidades autónomas con climas más benignos, más cálidos que han tenido menos de transmisón, pero también es cierto que son comunidades que tienen otros factores que pueden favorecer también la reducción de la transmisión. Sobre este aspecto ha señalado «la dispersión de la población, algunos hábitos sociales diferentes, la concentración de población en grandes núcleos urbanos, el tipo de transporte colectivo que se puede utlizar, todo esto cambia la tranmisión de la enfermedad y aunque parezca que no, geográficamente tiene una cierta asociación también».
En definitiva «la hipótesis sigue estando ahí, es difícil de comprobar, sí que es cierto que el Instituto Nacional de Meteorología las variedades de los mapas que podrían afectar al virus, y hay ya algún estudio que en epidemiología llamamos ecológico, que sí parece indicar que las zonas con unas características determinadas climatológicas podría tener una menor transmisión, pero el problema de los estudios ecológicos es que bajar de las exposiciones generalizadas en el territorio a la exposición individual es complicado y por lo tanto no es fácil sacar conclusiones con seguridad. Pero sí, es una hipótesis que vez va teniendo un poco más de respaldo«.