ENTREVISTA, con la doctora Gema Fernández Fresnedo. Es médico adjunto de Nefrología y ha desarrollado su carrera en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, puntero en el tratamiento de la hipertensión arterial. Además, es la presidenta de la Sociedad Cántabra de Hipertensión, una enfermedad silenciosa que conoce muy bien y que afecta a casi el 40 % de la población española, a pesar de que esta experta asegura que podría evitarse con hábitos saludables. Fernández Fresnedo analiza para el Colegio de Médicos de Cantabria la realidad de una patología cuya prevalencia va en aumento con motivo del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se celebra el día 17 de mayo.
-Si hablamos de cifras ¿cuáles son las de la hipertensión en España y en Cantabria? y ¿cuál es el perfil de los hipertensos? La prevalencia de la hipertensión en España y en Cantabria en general son similares y aproximadamente afecta entre el 35 y 40 % de la población. Respecto al perfil del paciente hipertenso, en general es una patología que va aumentando con la edad y evidentemente es más frecuente en aquellos sujetos con hábitos menos saludables, es decir, sobrepeso y obesidad, sedentarios, diabéticos, sujetos con alteraciones lipídicas, fumadores, etc.
-Estas cifras ¿han aumentado en la última década? Sí, efectivamente la prevalencia de la hipertensión va aumentando, no podemos decir claramente que en la última década haya aumentado más, pero sí que respecto a los últimos 30 años ha aumentado claramente y, de hecho, este aumento incluso es mayor en países subdesarrollados precisamente porque muchas veces van adquiriendo hábitos de los países más desarrollados.
-La hipertensión es una enfermedad silenciosa pero peligrosa ¿qué consecuencias y mortalidad puede causar? La hipertensión es considerada el asesino silencioso precisamente porque puede estar actuando como factor de riesgo muchísimos años sin dar ningún síntoma y de repente desencadenar un evento cardiovascular mortal o no mortal, que es la consecuencia más importante de la hipertensión. La hipertensión provoca enfermedades cardiovasculares tales como enfermedad cerebro-vascular, tanto ictus como hemorragias cerebrales, enfermedades cardíacas en forma de insuficiencia cardíaca o cardiopatía isquémica, patología renal con el desarrollo de insuficiencia renal o arteriopatía periférica… etcétera. Muchas veces, si no se controla adecuadamente, va generando un daño silente o llamado lesión subclínica y que podemos detectar con pruebas diagnósticas y nos pone en aviso del daño que está produciendo la hipertensión incluso antes de que de síntomas ya a veces irreversibles.
-Los tratamientos han cambiado mucho pero ¿siguen siendo permanentes? y ¿tienen efectos secundarios graves? Los tratamientos evidentemente desde los años 80 han cambiado mucho puesto que han aparecido gran número de grupos antihipertensivos nuevos pero, sinceramente, en los 10 últimos años no han aparecido fármacos nuevos para la hipertensión. Sí que ha habido nuevas presentaciones de fármacos en forma de asociaciones a dosis fijas de 2 incluso 3 antihipertensivos. Estás asociaciones a dosis fijas mejoran el cumplimiento terapéutico del paciente (un caballo de batalla en la hipertensión, el cumplimiento) puesto que efectivamente el tratamiento de la hipertensión es un tratamiento la mayoría de las veces de por vida, es decir permanente. Los tratamientos antihipertensivos se toleran bien, producen pocos efectos secundarios, y hay que decir que lo más importante es que lo que realmente produce daño es no tomar el tratamiento antihipertensivo, con las consecuencias que tiene la hipertensión, no los tratamientos. Yo eso es algo en lo que insisto mucho a los pacientes cuando me preguntan si les hará daño el tratamiento. Siempre digo: «lo que te hace daño es una hipertensión mal controlada».
-¿Se ha investigado a fondo las causas y consecuencias de la hipertensión o queda mucho por hacer en esta materia? Sí, se han investigado a fondo las causas y la fisiopatología de la hipertensión, y son bien conocidas, pero, como todo en medicina, probablemente quedan campos aún por explorar. Decir que distinguimos dos tipos de hipertensión, la hipertensión secundaria, que es aquella en la que existe una causa a veces tratable (bien por alteración endocrina, por una alteración renal, por una alteración vascular) pero esta es la menos frecuente. Y luego está la hipertensión esencial o primaria, que es la causa más frecuente de hipertensión y en la que no existe una posible causa tratable de hipertensión, son una serie de factores que confluyen en el desarrollo de hipertensión en ese individuo sedentario, con una dieta inadecuada, obeso, que va teniendo más años, con en ocasiones antecedentes familiares también de hipertensión, etcétera
-En Cantabria somos punteros en la detección y tratamiento de muchas patologías ¿también en la hipertensión? En Cantabria también somos punteros en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión. De hecho, en el Hospital Valdecilla se realiza una técnica que se llama la denervación renal, que la indicamos habitualmente en el Servicio de Nefrología y la realizan los Cardiólogos Intervencionistas (Hemodinamistas) y consiste en la ablación de las terminaciones nerviosas que rodean a las arterias renales y que está indicada en aquellos sujetos con hipertensión refractaria, que no se controlan con tratamiento médico habitual y es la última opción y, efectivamente, también se realiza en Valdecilla.
-Para terminar, ¿se eliminaría la hipertensión o gran parte de ella con la prevención? Sí, yo creo que sí, fomentando un hábito de vida saludable, una dieta con poca sal, fomentando el ejercicio físico y concienciando a la población desde edades tempranas creo que gran parte de la hipertensión podría no desarrollarse incluso evitarse. En el sentido, hay que decir que la hipertensión es poco frecuente en los niños, evidentemente, pero que hoy en día, aunque uno podría pensar que en este grupo de población la causa secundaria sería más frecuente, asistimos a que la causa de hipertensión más frecuente en niños es también la esencial o primaria en relación a unos hábitos de vida no adecuados en niños y adolescentes.
Fuente: Colegio de Médicos de Cantabria.