El Puerto de Santander registra cada noche entre 10 y 15 intentos de polizones albaneses de «saltar la valla» para entrar en Gran Bretaña y cree que perderá operadores y transportistas «de forma inmediata» si no se ataja el problema «de forma urgente». Así lo ha dicho este viernes el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Martín, quien ha indicado que «ha habido épocas peores«, como a principios del año 2020, aunque el problema «prácticamente desapareció» por el confinamiento debido a la pandemia y en los últimos meses está repuntando de nuevo.
En el caso del Puerto de Santander los polizones solo son de nacionalidad albanesa que «por alguna razón» han optado por utilizar este sistema «no para entrar en España, sino para salir» y llegar a Gran Bretaña de forma irregular, ha explicado Martín.
El presidente de la Autoridad Portuaria ha incidido en el daño que estas actuaciones causan al puerto, generando «perjuicios tangibles» cuando los polizones entran en contenedores y remolques y perjudican la carga, provocando que al llegar a su destino sea devuelta al fabricante.
«Un puerto en el que las cargas están poco seguras es un puerto que para el operador puede ser poco fiable y vamos a empezar a perder de forma inmediata operadores y transportistas como no lo atajemos de forma urgente«, ha sentenciado, asegurando que «pide, ha pedido y pedirá» la colaboración de todas las administraciones y cuerpos implicados, como Sanidad, Aduanas, Control de Fronteras, Guardia Civil y Policía Nacional, Local y Portuaria.
Además del perjuicio económico, Martín ha destacado el «peligro» al que se enfrentan los polizones y ha lamentado que «un día vamos a tener un disgusto serio cuando varios entren a un contenedor que esté mal ventilado y nos encontremos la desgracia de que haya ocurrido lo que nadie desea».
«PROBLEMA JURÍDICO»
El presidente del puerto ha remarcado en que existe un «problema de índole jurídico», ya que saltar la valla, «aunque sea 20 veces, no se considera delito.
Por lo tanto, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad interceptan a estos potenciales polizones dentro del puerto y les ponen fuera de la valla y «nada mas», con lo cual «a la media hora han vuelto otra vez a intentar saltar», lo que genera «desmotivación» a los agentes y hace su trabajo «más complejo». Ante ello, la Autoridad Portuaria trabaja en el refuerzo de la seguridad y lleva más de 2 millones de euros invertidos en vallas, mejorar sensores, colocar cámaras térmicas o reforzar las policías. En este sentido, Martín ha avanzado que «en pocos meses» se contará con nueve agentes más.
«Es un tema que hay que atajar de forma coordinada, cada uno lo que corresponde», ha señalado tras pedir colaboración a las administraciones, ya que en este momento el problema solo afecta al puerto y a sus operadores, pero «genera un efecto llamada que puede hacer que los que hoy son 40 o 50 dentro de unos meses sean muchos mas».
Martín ha hecho estas declaraciones a preguntas de la prensa en el puerto, donde ha tenido lugar este viernes el acto de inicio de las obras de derribo de los tinglados portuarios.