10/12/2024

nada personal, solo información

Derrota del Ayuntamiento de Santander en los juzgados

La Audiencia provincial ha estimado en parte el recurso del concejal de Santander Antonio Mantecón y ha anulado su expulsión de Ganemos y del grupo municipal Ganemos Santander Sí Puede, a la vez que declara la falta de competencia del orden jurisdiccional civil para pronunciarse sobre el acuerdo posterior del Pleno de abril de 2016 que, como consecuencia de la citada expulsión, le declaró concejal no adscrito.

La Sección Segunda de la Audiencia revoca la sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº 6 de Santander de junio del año pasado que desestimó la demanda de Mantecón, y declara la nulidad del acuerdo de expulsión de Ganemos y del grupo municipal Ganemos Santander Sí Puede que adoptó la Coordinadora General del partido el 28 de marzo de 2016.

La sentencia, difundida por el propio Mantecón y no por el Ayuntamiento de Santander, concluye que Ganemos sólo puede imponer sanciones disciplinarias a sus afiliados y Mantecón no lo era.

Asimismo, señala que Ganemos carecía de facultades para expulsar del grupo municipal a Mantecón pues por un lado, grupo municipal y partido son entidades diferentes, «máxime en este caso en el que la formación que presentó la candidatura fue Ganemos Santander sí Puede«; y por el otro, el propio grupo municipal se había dotado a sí mismo de unas normas de funcionamiento y en especial de un régimen disciplinario distinto del propio del partido Ganemos.

En cuanto a la resolución posterior del Pleno de abril de 2016 que tomó conocimiento de la expulsión, declaró a Mantecón concejal no adscrito y reordenó la representación del grupo municipal Ganemos Santander Sí Puede en diversas comisiones municipales, la sentencia señala que «por más que traiga causa de la decisión del partido, se trata de una cuestión que rebasa el ámbito del derecho privado, y cuyo conocimiento es propio de la jurisdicción contencioso administrativa».

La Audiencia no cree que Ganemos haya vulnerado algún derecho fundamental de Mantecón, como éste alegaba en su recurso, sino que entiende que fue la decisión del Pleno «la que eventualmente pudo llegar a afectar esos derechos, pero esa decisión -añade- ha de ser enjuiciada, en su caso, por los órganos de la jurisdicción contencioso-administrativa, sin que competa al orden civil pronunciarse sobre la corrección jurídica de la misma».

La sentencia, dictada el 29 de enero, no es firme, y contra ella caben recursos extraordinarios de casación y por infracción procesal ante el Tribunal Supremo.

VALORACIÓN DE MANTECÓN

Mantecón se ha mostrado «profundamente satisfecho» al entender que «ha obrado el sentido común», porque «no se puede expulsar a nadie de un partido al que no está afiliado«. El concejal señala en un comunicado de prensa que la sentencia «viene a confirmar» que su «expulsión, tanto de un partido al que no pertenecía, como de un grupo municipal que no se debía a la disciplina de ese partido, eran completamente irregulares».

Mantecón denuncia la «connivencia» del Partido Popular en este hecho, ya que «condenarme al banquillo de los no adscritos suponía poner contra las cuerdas -dice- a la oposición más dura que se habían encontrado en años en el Consistorio». El edil espera que le «restituyan la condición que nunca debí dejar de tener» y avisa que «si nos fuerzan a llegar a la vía contencioso-administrativa para ello, no vamos a dudar».

Por último, subraya que las consecuencias de su expulsión del grupo municipal Santander Sí Puede fueron «numerosas»: la portavocía del grupo municipal, que recayó en Tatiana Yañez-Barnuevo; el despido de los dos trabajadores del grupo -Susana Ruiz y Roberto Mazorra, para ser sustituidos por un empleado que «nunca apareció por el ayuntamiento»; pérdida de la representación en la Junta de Portavoces; y «no tener ninguna dependencia municipal asignada para desempeñar su trabajo».

Además del «menoscabo de la integridad moral» del concejal, añade el propio Mantecón, que llegó a presentar una demanda a consecuencia de diversas declaraciones vertidas en los medios y en el mismo Pleno del Ayuntamiento por el entonces alcalde, Iñigo de la Serna, en las que se le acusaba de tránsfuga o de querer llevarse dinero del grupo municipal para su beneficio.

«Si de algo sirve esta sentencia, más allá de lo meramente político o de mis derechos a representar de una manera digna a la gente que me eligió para este cargo, es para resarcir en cierta forma todo el daño que se me ha hecho como persona y a mi partido como formación política. Para las personas que participamos en Santander Sí Puede es una gran victoria moral sobre aquellos que nos pusieron en tela de juicio o dudaron de nuestra integridad. Solo pido al Ayuntamiento que deje de enrocarse en el esperpento y proceda a dar cumplimiento de la sentencia», concluye Mantecón.

Scroll al inicio