15/05/2024

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Colaboración entre arqueólogos y médicos forenses

Expertos han coincidido en la necesidad de colaboración entre profesionales del mundo de la arqueología, la antropología forense o la policía, en el curso ‘Osteología arqueológica y forense: teoría y práctica de la recuperación y estudio de los restos humanos’, que se ha clausurado este viernes en la sede de los cursos de verano de la Universidad de Cantabria (UC) de Camargo.

Al acto han asistido el vicerrector de Cultura de la UC, Tomás Mantecón; el director de la sede, José María Zamanillo; el primer teniente de alcalde, Héctor Lavín, el concejal de Desarrollo Local, Eugenio Gómez, y la directora del Instituto de Medicina Legal de Cantabria, Pilar Guillén, así como los codirectores del monográfico, Silvia Carnicero y Edgar Camarós.

Mantecón ha destacado la importancia de la colaboración interdisciplinar para generar sinergias que puedan contribuir a seguir mejorando en las distintas áreas. Un aspecto que en este monográfico ha tenido su máxima expresión al aunar a profesionales de diferentes ámbitos que comparten la inquietud de «saber cómo reaccionan los huesos» ante distintas situaciones, ha señalado Edgar Camarós, investigador del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria.

Para Camarós es clave el entendimiento entre profesionales: «Tenemos que empezar a entendernos entre arqueólogos y médicos forenses porque tenemos un reto en España que es la excavación de las fosas de la Guerra Civil. Sin arqueólogos no se van a poder excavar y sin antropólogos forenses preparados en el estudio de restos humanos no se van a poder sacar interpretaciones esenciales para tratar ese momento de la historia».

En este sentido, la codirectora del curso, la médico forense Silvia Carnicero, del Instituto de Medicina Legal de Cantabria, sostiene que la colaboración entre ambos profesionales no se circunscribe únicamente al ámbito de las fosas de la Guerra Civil, sino que, en casos más recientes, la interacción entre ambos es fundamental.

«Dentro de los institutos de medicina legal e incluso de la policía, no están integrados los arqueólogos como tal pero sí que tenemos restos recientes que hay que excavar o recoger con una metodología arqueológica y en eso no está formada ni la policía ni los médicos forenses».

Además, «es también una manera de decir que hay otros grupos de profesionales que vamos a necesitar y no tiene que ceñirse sólo al ámbito arqueológico histórico, sino que son útiles para la contemporaneidad y para lo que hacemos hoy en día», ha dicho.

Igualmente, esta colaboración debe ser más estrecha de manera que, como sostiene Camarós, «hay que meter en la cabeza de los arqueólogos términos médicos y a los médicos forenses términos arqueológicos, con lo cual hoy en día la frontera entre una ciencia y otra cada vez es más difusa y el futuro es acabar colaborando de una manera en la que cuando llegues a una excavación de una fosa no distingas antropólogo forense del arqueólogo porque estén hablando todos el mismo vocabulario».

Durante el curso, los alumnos, procedentes de distintos puntos de España, no sólo se han centrado en la parte teórica de la gestión y análisis de los restos óseos humanos, sino que se han desarrollado sesiones prácticas, con simulaciones de excavaciones de fosas o una visita a la galería de tiro de la Policía Nacional, con prácticas en huesos simulados para determinar los efectos de los disparos.

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