CODELSE salvó el Museo de Arte de Santander con una alarma antirrobo ‘inesperada’

¿Por qué permitió el Ayuntamiento que unas obras en la techumbre y mejora de accesos convivieran con obras de arte de incalculable valor cultural dentro del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria? ¿Por qué el Ayuntamiento no tenía inventariadas las obras de arte del MAS? ¿Por qué quiere culpabilizar a dos empresas vista la negligencia municipal?

El 20 de noviembre de 2017 se produjo un incendio en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria que, dos años después, mantiene cerrado el museo, están en sede judicial dos empresas cántabras y la ciudadanía sigue sin saber qué falta tras el incendio. Y no se sabrá nunca qué falta porque no existía inventario.

Según la información a la que ha tenido acceso este medio, desde fuentes judiciales, la Policía Local de Santander tuvo conocimiento de una emergencia sobre las 05.00 h. de la mañana del 20 de noviembre de 2017, porque saltó una alarma ‘inesperada’. La Policía Local se personó en el Museo de Arte de Santander unos 30 minutos después de haber recibido el aviso. La Policía vio que no podía acceder al edificio al tener una cadena y un candado de obra. Desde ese mismo momento en que la Policía Local llega hasta que la propia Policía Local evalúa que es preciso llamar a los bomberos pasan unas horas. También es preciso remarcar que la dotación del cuerpo del bomberos tarda mucho tiempo en acudir hasta la calle Rubio. Una vez sofocado el incendio, se producen una serie de pérdidas que el Ayuntamiento de Santander ha evaluado de forma aleatoria.

En el pliego de condiciones de una de las empresas adjudicatarias que tenía que hacer las obras del MAS, estaba contemplado el desmontaje en todo el edificio de su sistema de seguridad. También debía llevar a cabo su custodia, para una vez concluidas las obras tenía que volver a dejarlo en un funcionamiento perfecto. Por lo tanto, se desprende, según las mismas fuentes judiciales, que no debía de haber sistema de seguridad de incendios en el conjunto del Museo en el momento preciso en el que se produce el incendio, la madrugada del 20 de noviembre.

Según fuentes municipales a las que ha tenido esta redaccción, la empresa CODELSE, el ingeniero industrial eléctrico, el director del Museo y la concejalía del Ayuntamiento decidieron la conveniencia de instalar un sistema de seguridad provisional hasta la conclusión de las obras. Esta cuestión se presupuestó por parte de la empresa CODELSE tras realizar un estudio y el sistema de seguridad rondaba los 12.000 euros. Según las mismas fuentes municipales el presupuesto llegó al Ayuntamiento de Santander en marzo de 2017. Pasaron los meses desde marzo hasta la fecha del 20 de noviembre y nadie de la Casa Consistorial, ni del Museo se puso nunca en contacto con la empresa CODELSE para comunicar a dicha empresa la instalación de dicho sistema. Desde que el presupuesto llegó al Ayuntamiento de Santander, en marzo, hasta que se produjo el incendio, parece que nadie, por parte municipal y del Museo, fue consciente del riesgo que se estaba corriendo. No se dotó de partida presupuestaria al Museo de un sistema de seguridad de unos 12.000 euros. Tal vez porque nunca se pensó que llegaría a ocurrir un accidente, pero sucedió.

Mientras se estaban realizando las obras de restauración dentro del Museo de Arte de Santander, estaban dentro del edificio, conviviendo con las obras de restauración, obras de arte, incunnables, libros, cuadros, lienzos, y en definitiva, material cultural de incalculable valor artístico y además, para mayor ‘gloria del Ayuntamiento de Santander’ esas obras, ese contenido estaba sin inventariar, sin contabilizar, sin evaluar la cantidad de valor cultural. Mientras se realizaban las obras, en el edificio había humedades, suciedad, acceso de personal de trabajo de restauración no controlado y todo ello se produjo con una carga de irresponsabilidad manifiesta por no salvaguardar todos los bienes culturales que posee el Museo de Arte de Santander en esos momentos. Una de las obras de restauración más importante era la techumbre, con lo que la lluvia, la humedad podría hacer mella en las obras.

Una vez producido el incendio el Ayuntamientio dio parte al seguro el cual se hizo cargo de todos los daños, con una cantidad aproximada de unos 60.000 euros sobre el contenido, y los daños sobre el continente quedaron evaluados en unos 200.000 euros. Una vez que el Ayuntamiento de Santander ha sido resarcido por parte de la compañía aseguradora en una serie de cantidades, es bastante llamativo o cuando menos curioso, que el Ayuntamiento exija daños y perjuicios a las empresas SIEC y CODELSE, puesto que a quien debiera el Ayuntamiento reclamar es a quien negligentemente no actuó facilitando la instalación del sistema de seguridad que tenía presupuestado. Situación que compete a la concejala, al director del museo y a la Corporación municipal que no dotaron de la partida presupuestaria para instalar dicho sistema. La compañía aseguradora se hizo cargo una vez peritados los daños y de toda conformidad con la corporación municipal siendo debidamente indemnizado el Ayuntamiento.

No se entiende que habiendo sido indemnizado éste, esté reclamando por daños a las empresas SIEC y COLDELSE. Ambas están siendo dañadas gravemente en su imagen cuando en realidad son la parte perjudicada por la negligencia municipal.

Es preciso apuntar que el Ayuntamiento a través de la alcaldesa y la edil de cultura decidieron ir contra ambas empresas por la vía penal que fue archivada, sin antes realizar una valoración de los hechos. Actualmente se encuentran implicadas en distintos procesos las dos empresas cántabras que han realizado, según ha podido constatar esta redacción, perfectamente su trabajo en este cometido del MAS. Entre otras cosas, porque hasta que no se produjo el incendio tuvieron que hacer su trabajo con obras de arte que había dentro del MAS y sin inventariar.

La falta de responsabilidad municipal antes del incendio es manifiesta al adjudicar en concurso público unas obras de restauración en un edificio Bien de Interés Cultural (BIC) y sin desalojar previamente todas las obras que son patrimonio ‘desconocido’ (sin inventariar) cultural de todos los cántabros. Han pasado dos años y la entonces concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santander, Miriam Díaz; y la alcaldesa Gema Igual; siguen sin aclarar qué sucedió en el antes con la no contratación de un sistema de seguridad, por qué sucedió el incendio y qué falta del MAS. Mientras, lo qué sí consta es que si aquella alarma antirrobo, que también estaba afectada por el incendio, no llega a avisar a la central de la Policía Local de Santander la madrugada del 20 de noviembre de 2017, hoy, tal vez, el MAS, sería historia.

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