19/04/2024

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Casado en la cuerda floja por pasarse de raya

Casado ha utilizado nueve semanas y media en urdir mentira tras mentira. Ahora, al fin ha trabajado en algo y ha hecho una propuesta de cuatro folios donde la medida estrella es el uso de la mascarilla. Bien, algo es algo. Pero en algo sigue siendo el número uno en el ranking europeo: en ser el único líder de la oposión entre los países de Europa que en lugar de luchar contra el Covid-19 lucha contra el Gobierno que lo combate.

Vamos a hacer hincapié hoy en un dato, corroborado, publicado, refrendado y conocido por toda la prensa europea menos por la que lee el señor Pablo Casado. Según los datos publicados por la OMS, el ECDC Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y los ranking diarios europeos, Francia es hoy el cuarto país con más fallecidos, por delante de España que sería el quinto. El primero Estados Unidos, seguido de Reino Unido -ambos países con Gobiernos conservadores y neoliberales que habrían colocado la economía por delante de la salud desde el primer día- el tercero seria Italia, que supera ya los treinta y un mil casos, seguido de Francia con más de veintisiete mil y el quinto, casi a la par que Francia, España, rozando los ventisiete mil.

Estos son los hechos por más que Pablo Casado y Santiago Abascal, jefe primero y segundo de la rencorosa oposición española, hayan gastado nueve semanas y medida en peregrinos e infundados discursos que retuercen los datos y repetir todo el tiempo y en todos los medios de su cuerda, las mentiras más flagrantes. También son hechos que ninguna oposición europea, sea conservadora, liberal o socialista, se ha enfrentado a su Gobierno nacional en la lucha contra el coronavirus, salvo la oposición española, que cada día, culpa, insulta, miente y pone obstáculos permanentes en la lucha que el Gobierno español está llevando a cabo contra el Covid-19. En definitiva, la única oposición que antepone sus intereses partidistas y se dedica en cuerpo y alma a desgastar al Gobierno e idear un «golpe de Estado mediático» en lugar de salvar vidas humanas y tratar de arrancar la enfermedad del saturado Sistema de Salud español que durante una década ellos han ayudado tanto a debilitar.

Nueva semanas y media desde que se desbordara la pandemia y atacara en especial a Europa y Estados Unidos, y al señor Casado, que ha estado proponiendo corbatas negras, luto, misas, haciéndose fotos de posados baratos, junto a su admirada líder madrileña a la que pone de ejemplo de gestión, al fin ha aportado algo. Cuatro folios contados con 25 «super medidas», entre las que destaca como principal, el gran descubrimiento de las mascarillas y que en España se haga un gran Pacto por la Sanidad. ¿Aquél que ustedes rompieron con Esperanza Aguirre, los consejeros Lamela, Güemes, los vicepresidentes Granados, I.González, recortando cuatro mil camas en Madrid, despidiendo a cuatro mil sanitarios y desviando fondos de la Pública a la privada para montar hospitales y negocietes interpuestos para que los citados consejeros de sanidad y sus directivos pasaran a montar empresas proveedoras para llevárselo crudo?. ¿Es ese el super plan que va a proponer después de siete semanas y media que ha despilfarrado insultando y mintiendo?.

Vamos a dar un repaso a la actidtud de la oposición en países vecinos como Portugal, Reino Unido, Francia o Alemania donde los partidos de la oposición luchan codo con codo con sus gobiernos. También lo hacen en Italia, Bélgica, Suecia u Holanda. Alguien se imagina que la oposición en Francia, Jean Luc Melinchon, que ha aparcado sus diferencias políticas durante la pandemia, ¿culpara al presidente Enmanuel Macron, de los muertos por el Covid.19?. Hasta Marine Le Pen, la jefa de filas de la extrema derecha, ha arrimado el hombro y luchan todos unidos contra una emergencia sanitaria para la que ningún país del mundo estaba preparada. Por supuesto, en Francia, el Estado de Alarma está decretado hasta julio, mientras dure la pandemia, como sucede en casi todos los países europeos donde esta crisis está pegando más fuerte. Es lo que se llama política de altura y políticos responsables.

Tampoco nadie imagina que el nuevo líder de la oposición de Boris Johnson, el laborista Keir Starmer, -que sustituye a Corbyn- a pesar de que el premier británico antepuso durante las primeras semanas la economía a las vidas humanas, y en lugar de luchar contra el coronavirus luchara contra el Gobierno de los tories y les culpara de los muertos. Hasta que él mismo cayó enfermo cambió de criterio. Estamos hablando del segundo país del mundo donde menos se ha luchado inicialmente contra la pandemia y con más contagiados y muertos y con menor porcentaje de curados y sin embargo, las palabras de Starmer, poniéndose a disposición de Johnson: “Quiero que el Gobierno tenga éxito en su respuesta, y que salve vidas y proteja nuestro bienestar. Esto debe ser un esfuerzo nacional y todos debemos hacerlos juntos y además, preguntarnos qué más nos corresponde hacer”, han quedado no solo en la Cámara británica, sino en un artículo de The Times publicado este domingo.

Eso por no repetir las palabras de Riu Rios, jefe de la oposición conservadora de Portugal poniéndose a disposición del Gobierno socialista de Antonio Costa: «Le deseo aciertos, nervios de acero y mucha suerte, porque su suerte será la nuestra»

Comparando los datos, resalta más aún la cultura democrática de los partidos de la oposicón de los diferentes países europeos más golpeados por la pandemia. Francia, por ejemplo, llegó este martes a los 27.000 muertos por coronavirus tras sumar 348 fallecimientos en el último día. Francia empezó el confinamiento tres días después que España, a pesar de tener ya delante la expansión vertiginosa en sus dos países vecinos, Italia primero y España despues. En España estamos en las 26.920 víctimas según las últimas cifras difundidas. Francia se situa así en el cuarto lugar con más fallecidos por detrás de Estados Unidos, con cerca de 83.000 muertos; Reino Unido, superando los 32.000 e Italia con casi 31.000. Si los datos le desmienten constantemente, por qué Casado sigue mintiendo impunemente. España no se merece un jefe de la oposiciòn, que aspira a candidato a presidir el Gobierno que mienta a sabiendas de forma permanente y repetitiva. El partido popular debería hacérselo mirar.

Otra observación de los ranking europeos, que se cuida mucho de no citar este «patrióta y leal jefe de la oposición» Casado, es que España es el segundo país en cifras proporcionales de recuperación de pacientes, por detrás de Alemania pero muy por delante de Italia, Francia, Reino Unido. Si a esto se le añade, que en España, tras los recortes y desviación de fondos a la Sanidad Privada, ejercida por los gobiernos del Partido Popular, entre 2007 y 2017, solo quedan 3 camas por mil habitantes mientras que en Alemania existen 8,3 camas por cada mil habitantes, queda patente de que en España algo se estará haciendo bien en estas nueve semanas y media y que las palabras del Presidente Sánchez, de que «se ha actuado con rapidez, celeridad y eficacia» quedan avaladas por los datos.

Sirvan aquí algunas cifras que así lo acreditan. Francia, con 177.547 contagiados tiene un cifra de 56.835 altas hospitalarias; IIalia con 220.000 detectados, tiene una recuperación de 106.578 curados. Mientras que España sobre 228.030 detectados enfermos, tiene un ranking de altas hospitalarias y curados de 138.980. El más alto tras Alemania, que con 172.576 contagiados, tiene unas cifras de altas hospitalarias de 147.200. Lo cual pone de manifiesto el papel fundamental de una Sanidad Pública robusta y bien dotada.

Las cifras de recuperados en España también van creciendo -algo que molestaba mucho a Casado que las televisiones retransmitieran, sanitarios aplaudiendo curados- a un ritmo esperanzador, por eso es imprescindible ayudar al Gobierno y tener confianza en los criterios de los científicos. Y sobre todo, no olvidar que el virus sigue ahí fuera y que esa población que tan disciplinada se ha mostrado al guardar las medidas del confinamiento, se muestre responsable y sin ansias a la hora de salir a la calle. No olviden los jóvenes que por muy sanos que se vean ellos, su actitud irresponsable puede costar muchas vidas de mayores, enfermos crónicos o vulnerables y sobre todo de sanitarios que lo están dando todo incluso pagando con su salud y su vida.

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