Camino de servidumbre

El viejo principio «El que no trabaje no comerá» ha sido reemplazado por uno nuevo: El que no obedezca no comerá. Leon Trotsky.

Si algo ha caracterizado el manejo de la actual situación por parte de los poderes gubernamentales ha sido un intento de control absoluto que comenzó por las televisiones amigas, regadas con millones de euros e infectadas de tertulianos de cámara con opiniones laudatorias al poder y con todas las bobadas posibles emitidas para trivializar la situación con aplausitos a las 20 horas, pero de muertes o muertos nada, ni una imagen, ni una declaración de sufrimiento, que esto no es el perro Excalibur con ébola. Se trata en definitiva de actuar en el negociado de la propaganda, no en el de la salud.

Además de la verdad como primera víctima, la libertad está siendo socavada por un Estado de Alarma que de facto nos ha situado en un «Estado de Excepción» a lo largo de dos interminables meses, cuando debía haber sido suficiente la aplicación de las vigentes Ley General de Salud Pública, Ley de Seguridad Nacional y Ley de Protección Civil, pero no, no ha sido así, con algún incomprensible apoyo los ciudadanos llevamos dos meses secuestrados.

Está claro que de haberlo hecho así habrían tenido más dificultades para mantener el confinamiento legal, secuestro de facto, al que estamos siendo sometidos. Todas las acciones que se están llevando a cabo son restrictivas, en ningún momento se ha buscado la cooperación voluntaria de la gente en busca de un objetivo común, solo multa y amenaza.

Esta situación traerá consecuencias, pues si algo saldrá perjudicado por esta situación, aparte del paro y la ruina económica durante años, es la confianza de bastantes ciudadanos en los cuerpos de seguridad a los que hemos visto actuar con un entusiasmo digno de mejores causas, en contra de la libertad de tránsito de personas, se han conocido, reproducido por bastantes medios digitales, actuaciones en domicilios privados que causan preocupación y también hemos sabido a través de los medios que empresarios sumidos en la desesperación de una ruina inminente han sido denunciados por colocar mesas fuera de lugar.

Mientras tanto un gobierno satisfecho con una situación que le está permitiendo eludir los controles parlamentarios y judiciales merced a un Estado de Alarma, que dada su minoría parlamentaria le viene muy bien.

¿Que más puede pasar …? Pues ha pasado mucho y más que ocurrirá. Intervención en la libertad de empresa prohibiendo las rebajas al pequeño comercio, aplicación de la metodología de los «grises» con el conminatorio DISUELVÁNSE ¡¡¡ ante cualquier corrillo de personas aunque mantengan distancia de seguridad y sean menos de diez los sujetos. Habría que denominarlo síndrome Núñez de Balboa aunque Hernán Cortés también sirve de ejemplo.

Este alma de pulsión totalitaria se manifiesta en toda su extensión con la pretensión manifiesta de prohibir sacar legalmente de España dinero o las multas a los Asesores Fiscales que no delaten a sus propios clientes. Que será lo próximo … acabar con el secreto profesional de los Abogados con sus defendidos y adoptar como ejemplo al niño Pavlik que denunció ante el Partido a sus propios padres por contrarrevolucionarios. Ese es el modelo que se quiere imponer …?

Mientras tanto los más dramático es que en España durante este «Estado de Excepción» se han puesto más denuncias contra la población 994.665, que Test Rápidos se han realizado 842.550, todo con ausencia de control Parlamentario o Judicial y lo más preocupante, ante el silencio de muchos, muchísimos.

Así que cuando vengan a por nosotros no nos quejemos, que será tarde.

Autor: Alfonso del Amo-Benaite. Consultor de Mercados & Marketing.

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