BSR Cantabria luchó hasta el final, apretando en defensa y buscando opciones rápidas en ataque
El pasado fin de semana, BSR Cantabria viajó a Zaragoza con la misión clara de darle la vuelta a la derrota por 13 puntos sufrida en casa ante Adaptado Zaragoza. La tarea no era sencilla, pero el equipo cántabro llegó convencido de sus posibilidades. La cancha aragonesa fue testigo de un encuentro vibrante, lleno de intensidad y emoción hasta el último segundo. El partido arrancó con un primer cuarto igualadísimo, reflejo de la tensión y la concentración con la que ambos equipos saltaron al parqué. BSR Cantabria y Adaptado Zaragoza intercambiaron canastas en un tira y afloja constante que dejó el marcador en un ajustado 12-12. La defensa sólida y el acierto en los tiros marcaron un inicio prometedor para los visitantes.
Sin embargo, en el segundo cuarto, la historia cambió. Los errores en tiros cercanos y algunos desajustes defensivos permitieron a Zaragoza aprovechar sus oportunidades. Con un parcial de 13-6, los locales tomaron una leve ventaja para irse al descanso con un 25-18. La falta de acierto de BSR Cantabria en momentos clave impidió recortar distancias antes del intermedio.
El paso por vestuarios reactivó al equipo cántabro. Con una presión asfixiante sobre las figuras clave de Zaragoza, BSR Cantabria logró recortar diferencias. El tercer cuarto fue para los visitantes con un 13-16 que dejó el luminoso en 38-34, encendiendo la esperanza de una remontada épica. La intensidad defensiva y el control del rebote fueron las claves para meterse de nuevo en el partido.
Todo se decidió en el último cuarto. Un intercambio constante de canastas elevó el marcador con un parcial de 18-16 a favor de Zaragoza. BSR Cantabria luchó hasta el final, apretando en defensa y buscando opciones rápidas en ataque, pero algunos errores puntuales en momentos decisivos marcaron la diferencia. El 56-50 final dejó a los cántabros a las puertas de una victoria que, en un día más acertado, pudo haber sido suya.