Exaltación de la Cruz: En recuerdo del hallazgo del madero en Jerusalén por Santa Elena en el año 326
El Ayuntamiento de Potes ha presentado la programación oficial de las Fiestas de la Cruz 2025, que se celebrarán del 12 al 15 de septiembre. Declaradas de Interés Turístico Regional, estas fiestas son uno de los acontecimientos más esperados del calendario cántabro, combinando devoción, cultura y ocio en la capital lebaniega y el entorno de los Picos de Europa.
El alcalde de Potes, Francisco Javier Gómez, ha destacado que “las Fiestas de la Cruz son mucho más que un programa de actividades, éstas son una expresión viva de lo que somos como lebaniegos. Una celebración que nos conecta con nuestra historia y nuestro patrimonio, al mismo tiempo que compartimos nuestra cultura con todos aquellos que nos visitan”. Asimismo, Gómez ha mostrado su agradecimiento a todas las personas e instituciones que hacen posible esta celebración y ha hecho mención especial al patrocinio de la Fundación Camino Lebaniego, entidad adscrita a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte.
Cuatro intensas jornadas
Así, durante cuatro intensas jornadas, Potes se llenará de música, actividades culturales, pasacalles, verbenas y propuestas para todas las edades. El viernes 12 de septiembre dará comienzo la programación con el final del torneo de fútbol sala, la presentación de las peñas y la apertura de casetas en el Ferial de La Serna, que dará paso a la primera gran verbena con música de los años 80 y la macrodiscoteca New Projet.
El sábado 13, Día de Liébana, se abrirá con la inauguración del mercado tradicional en el Parque Jesús de Monasterio, acompañado de talleres infantiles de creatividad textil con el grupo “Liébana Entrecosturas”. A mediodía tendrá lugar el desfile de grupos folclóricos y de la Cofradía del Aguardiente de Orujo y Vino de Liébana, con música en directo en el parque a cargo del grupo lebaniego “Liébana Tradicional”. Desde el mediodía, la batucada “Maraka” animará las calles y las peñas comenzarán a preparar sus paellas, que se someterán a concurso con fallo previsto a primera hora de la tarde.
La jornada continuará con juegos en familia en el Ferial de La Serna, una prueba de motocross y la tradicional visita a los mayores de la residencia, en la que se entregarán pañuelos conmemorativos acompañados por la música del coro Voces Cántabras. La tarde proseguirá con la actuación conjunta de la Coral de Liébana y el coro Voces Cántabras de Cabezón de la Sal en el Centro de Estudios Lebaniegos. Ya entrada la noche, el público podrá disfrutar de una exhibición de bailes de salón a cargo de la escuela Esencia Latina y, como colofón, la macrodiscoteca Titanium Show pondrá el broche festivo a una jornada que conjuga gastronomía, folclore, deporte y música.
Día de la Cruz
El domingo 14 de septiembre, Día de la Cruz, tendrá lugar la misa solemne en el Monasterio de Santo Toribio como acto central de la festividad. La celebración se prolongará con pasacalles, talleres, actividades para los más pequeños, una fiesta Holi para toda la familia y la gran verbena a cargo de Tango Orquesta, culminando la jornada con el espectáculo de fuegos artificiales. El lunes 15 estará dedicado especialmente al público infantil, con hinchables gratuitos, el concurso “Tú sí vales”, una chocolatada y la romería amenizada por el grupo Picos de Europa. Finalmente, el lunes 22 de septiembre se celebrará el Memorial Juan Carlos Alonso con el concurso de bolos en el que participarán los mejores jugadores de la especialidad.
La Santísima Cruz, protagonista de esta festividad
La festividad de la Cruz hunde sus raíces en el 14 de septiembre, fecha en que la Iglesia celebra la Exaltación de la Cruz, en recuerdo del hallazgo del madero en Jerusalén por Santa Elena en el año 326. En Liébana, esta celebración adquirió una especial relevancia desde que el Lignum Crucis —el fragmento más grande que se conserva de la Cruz de Cristo— fue trasladado al Monasterio de Santo Toribio. Desde entonces, esta cita ha reunido a peregrinos y devotos en torno a la veneración de la reliquia, uniendo lo religioso con lo festivo en un legado que ha marcado la identidad de la villa y de todo el valle.