El doctor Francisco Ruiz Guerrero es natural de Castro Urdiales. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. Realizó la especialidad de Psiquiatría en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde trabaja en la actualidad desarrollando parte de su actividad en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Este año ha recogido uno de los dos Premios al Mejor Expediente MIR del Colegio de Médicos de Cantabria que reconoce el esfuerzo que ha realizado en su trayectoria profesional como residente.
¿Por qué eligió esta especialidad? Elegí la Psiquiatría por un gusto personal por esta especialidad dado que implica el cuidado de algunas de las personas más vulnerables de la sociedad en la que vivimos, muchos de ellos estigmatizados por el simple hecho de tener una enfermedad mental. Creo que en general es difícil la elección de la especialidad, muchas veces debido a diferentes factores tanto personales como incluso la propia nota del MIR, sin embargo, cualquier especialidad con un trato directo al paciente probablemente me habría gustado igualmente, si bien es cierto que creo que la Psiquiatría le añade algo más humano a la medicina que me atrajo personalmente.
¿Es Valdecilla un hospital de referencia también en Salud Mental? Yo creo que sí. Precisamente este es uno de los principales motivos por los que elegí Valdecilla como destino para hacer la residencia. Por un lado, creo que la atención a los pacientes por parte de los profesionales es muy buena, además tiene programas específicos de atención muy punteros en España como por ejemplo, la unidad de trastornos de conducta alimentaria o en la intervención temprana en los primeros episodios de psicosis. Por otro lado, existen, además, líneas de investigación muy amplias y con gran un desarrollo en los últimos años.
Los últimos datos sobre patologías mentales indican que la pandemia ha hecho que aumenten, ¿cuál es su percepción? Sin lugar a dudas. Como bien dices, no solo los datos reflejan un incremento en la incidencia de la patología mental si no que estamos viéndolo directamente en la consulta y en las urgencias, con un especial aumento en los jóvenes adolescentes.
Ha ganado uno de los Premios del Colegio Oficial de Médicos de Cantabria a la mejor residencia de esta CCAA, ¿qué ha supuesto para Ud este reconocimiento? Una alegría inmensa. Para mí, el reconocimiento del esfuerzo y la trayectoria en estos últimos cuatro años es algo muy bonito. Es una cosa que no se me va a olvidar nunca y de la que estoy muy agradecido.
¿Cree que este tipo de distinciones motivan a los médicos jóvenes? Estoy seguro de que motivan. Sin embargo, a pesar de que creo que es importante que existan este tipo de distinciones objetivamente ponderables por los propios méritos y el esfuerzo extra, creo que lo más importante es la motivación por el cuidado o la atención a los pacientes, cuyo agradecimiento no tiene precio.
Precisamente, en la misma convocatoria de Premios se reconocieron a los tutores docentes, ¿qué les aporta a Uds durante vuestra residencia? Nos aportan luz en el camino. Para mí han sido un referente en el trabajo y fuera del mismo, lo cual creo que es también importante porque cuando eres residente y no tienes experiencia, necesitas a alguien que te guíe.
Para terminar, ¿cuáles son sus planes a corto y medio plazo? Mi plan es seguir trabajando, aprendiendo y me gustaría también acabar la tesis doctoral.