Alternativas sostenibles al precio de la luz y el gas: Bioetanol, geotermia o aerotérmica

El precio de la electricidad y el gas están desbocados y las previsiones apuntan a que la tendencia no cambiará a corto plazo. Los expertos prevén subidas del precio de la energía hasta, al menos, la próxima primavera. Ante este panorama, en el mercado hay actualmente alternativas al consumo elevado de electricidad o de gas.

En nuestro país destinamos un 43% del consumo energético del hogar para calefacción y un 17% para calentar el agua (Agua Caliente Sanitaria, ACS). Además, con los datos de los consumos energéticos del IDAE, la demanda de energía en el sector residencial se cubre en un 43% con electricidad, en un 18,5% con gas natural, un 18,6% con productos petrolíferos y un 19% con energías renovables.

A continuación, te mostramos varias formas de calentar la casa con un bajo consumo de energía:

Chimeneas y estufas de bioetanol

La biomasa es una de las alternativas más conocidas. A falta de una chimenea convencional en casa o una estufa podemos optar por las bio estufas y chimeneas independientes o de sobremesa, por precios desde los 62 euros. Se colocan en casa sin necesidad de alterar la estructura arquitectónica, funcionan únicamente con etanol sin consumo de electricidad o gas y debido a su tecnología aislante no expulsan ningún residuo de humo por lo que son perfectas tanto para exteriores como para interiores.

Estufas de poli combustible

Son similares a las estufas de pellets, pero en este caso funcionan también con otros materiales, como cáscaras de almendra o huesos de aceituna, y cuestan entorno a los 1.000 eurosLas estufas de poli combustible no expulsan gases tóxicos al producir energía por lo que son respetuosas con el medio ambiente. En un inicio suponen una inversión mayor ya que no son baratas, pero es un pago que se amortiza con el tiempo al no requeridad del uso de electricidad o gas natural en absoluto.

Calefacción por infrarrojos

Los calefactores por infrarrojos son placas cerámicas que se instalan en la pared y proporcionan calor a la habitación mediante la irradiación de infrarrojos, van desde los 130 euros. No generan ningún tipo de residuo, son silenciosos y de fácil instalación. Además, transforman el 95% de la potencia en radiación térmica por lo que el consumo de energía que requieren para su funcionamiento es mucho menos del habitual.

Bombas de calor geotérmicas

El sistema de climatización geotérmica se basa en la instalación en el terreno de sondas que recogen el calor y lo conducen al vaporizador de la bomba térmica. Este vapor se comprime y alcanza una temperatura mayor que es canalizada ya en nuestro suele radiante, fancoils o el sistema de radiación que hayamos elegido. El porcentaje de energía que se utiliza para activar este sistema es mucho más reducido que en el uso de calefacción convencional. Su uso permite alcanzar un ahorro de hasta el 75% en comparación a los sistemas tradicionales de radiadores eléctricos y calderas de gasoil.

Calderas renovables

Mediante la tecnología aerotérmica funciona con bombas de calor que calientan el agua gracias el intercambio térmico con el exterior. Esto permite generar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante el año entero sin generar humos ni residuos. Solo requiere consumo energético para iniciar el motor del compresor por lo que supone un ahorro del 25% en el caso de gas natural y un 50% cuando se trata de Gasoil. En un principio el precio de la instalación es más alto que el de una calefacción convencional, pero se amortigua en el transcurso de entre 5 y 12 años debido al ahorro constante de energía eléctrica.

Cortinas térmicas

Por último, cabe destacar el uso de diferentes accesorios que aportan calor a la habitación y también suponen una alternativa para combatir el frío. Un recurso bastante eficiente es el uso de cortinas térmicas (por 18,65 euros en Amazon) que aíslan las ventanas y puertas de terrazas por las cuales se puede escapar el calor. Combinarlas con alfombras que aíslan el frío y la humedad y muebles de tejidos que retengan el calor contribuyen mucho a mantener la temperatura de nuestra casa.

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