«Socialistas y regionalistas han sido incapaces de poner a funcionar el motor de la autonomía»

La presidenta del Partido Popular de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha reclamado hoy al Gobierno de Miguel Ángel Revilla que salga del bucle de ineficacia y se ponga a gobernar para dar de una vez una respuesta a las necesidades más urgentes de los ciudadanos, porque hasta ahora está siendo un lastre y no da pie con bolo.“Nosotros no le vamos a dar ninguna tregua. Ese es el primer cambio que tenemos que provocar: sacar al Gobierno de su zona de confort y obligarle a gobernar”, ha dicho la presidenta en un desayuno informativo con motivo del inicio de un nuevo curso político en el que el Partido Popular dirigirá su acción a lograr la transición a la normalidad, la recuperación económica y la creación de empleo y promoverá una rebaja de impuestos a todos los cántabros.

Y lo hará con una oposición firme, exigente, sin dar tregua al Gobierno, pero responsable, constructiva y dialogante a la vez. “El Gobierno puede contar con nosotros para todo lo serio, pero no vamos a comulgar con sus ruedas de molino ni a decir a todo amén porque somos el primer partido de la oposición, no sus aplaudidores”, ha dicho.

La dirigente popular ha advertido de que Cantabria vive una situación de absoluta incertidumbre y está en una posición de extrema debilidad, con un Gobierno sin proyecto que se está limitando a administrar la pandemia y que, además, es incapaz de defendernos de un Pedro Sánchez que ningunea y maltrata sistemáticamente a Cantabria porque está absolutamente plegado al PSOE.

Según Buruaga, el Gobierno es un lastre que no da pie con bolo y con sus recetas está provocando una incertidumbre paralizante que aleja a los inversores, frena el consumo y, sobre todo, deprime a los ciudadanos, a los pensionistas, a los jóvenes, a los emprendedores y a los trabajadores que buscan un empleo, que no ven el final de un ciclo de dolorosa destrucción de empleo, riqueza y oportunidades.

La presidenta ha advertido de que cualquiera que haya gobernado –fue vicepresidenta y consejera de Sanidad- sabe que los proyectos que no se hayan lanzado a estas alturas de la legislatura no verán la luz antes de la próximas elecciones, así que ya se puede vislumbrar que el legado que va a dejar Miguel Ángel Revilla estos cuatro años va a ser la nada, ni un solo proyecto tangible en marcha para transformar Cantabria porque se repite la película de siempre: lluvia de anuncios, baño de propaganda y, cuando toca rendir resultados, otra vez a pedir prórroga.

Con estos argumentos, ha defendido que es una urgente necesidad que el Gobierno de Miguel Ángel Revilla se ponga a gobernar, que salga de detrás de ese parapeto que supone la administración de la pandemia en el que se encuentra tan cómodo y que usa como coartada para no hacer nada. “Eso se tiene que acabar”, ha subrayado la presidenta, quien ha advertido de que el PP no le va a dar al Gobierno ninguna tregua y va a elevar el nivel de exigencia al máximo para sacarle de su zona de confort y del bucle de ineficacia y obligarle a dar de una vez una respuesta a las necesidades más urgentes de los ciudadanos que, para su partido, se resumen en una: abrir paso a la recuperación.

Para Buruaga, el reto a partir de ahora no es solo el de mantener el virus bajo control mediante la vacunación, la vigilancia epidemiológica y el mantenimiento de las medidas preventivas y precaución, sino iniciar la transición desde una situación de pandemia a otra de normalidad en el ámbito sanitario, porque los cántabros están hartos de no poder ir al médico, y normalidad social para poder impulsar la recuperación y dejar atrás la economía del salvase quien pueda.

TOMAR EL PULSO A LA ATENCIÓN NO COVID

En Sanidad, la presidenta ha defendido que es la hora de tomar el pulso a la atención no Covid y de plantar cara a todos aquellos problemas que llevan seis años pudriéndose en un cajón, el primero, el déficit de profesionales médicos.
Además, ha apostado por afrontar las reformas estructurales urgentes para atajar la situación de precariedad a la que este Gobierno está condenando a nuestro servicio público de salud: la atención a la cronicidad, el desarrollo de la red de salud mental, el abordaje de las peores listas de espera de la última década; los avances de la telemedicina real y, con especial insistencia, la mejora de una atención primaria tremendamente debilitada, falta de organización y de recursos, especialmente en la Cantabria rural, porque no hay núcleo rural en el que no se haya cerrado un consultorio médico este verano.

MÁS EMPLEO Y MENOS IMPUESTOS

Como segunda prioridad, ha fijado transformar el rebote económico en verdadero crecimiento y creación de empleo, con las empleo y menos impuestos.

La presidenta ha dicho que hasta ahora socialistas y regionalistas han sido incapaces de poner a funcionar el motor de la autonomía para socorrer a los cántabros y su única respuesta ha sido la de tramitar las ayudas directas de Madrid y sentarse a esperar el maná de los fondos europeos que a día de hoy son toda una incógnita.

Frente a ello, ha reclamado un verdadero plan de recuperación y ha anunciado que el PP va a defender una bajada de impuestos para crecer más y crear más empleo, reactivar el consumo y la inversión y tratar con justicia a las familias, aún sabiendo que el Gobierno se va a echar las manos a la cabeza porque está en el ADN de la coalición subir los impuestos a los cántabros siempre que tiene oportunidad de hacerlo.

Para Buruaga, la verdadera burrada e incoherencia es que Revilla no solo se niegue a bajarlos, sino que además pida los mismos impuestos en toda España y respalde la armonización fiscal al alza que Pedro Sánchez pretende impulsar, porque lo que está avalando, ha añadido, es un sablazo a los cántabros, a las clases medias y trabajadoras, con una subida del impuesto de Sucesiones y Donaciones, además de un ataque a la autonomía financiera y corresponsabilidad fiscal de las autonomías que es la esencia del sistema de financiación autonómica y del propio estado de las autonomías.

Además, el PP centrará su acción política en exigir al Gobierno de Cantabria que ejerza y ponga en valor la autonomía y abandone su sumisión a Pedro Sánchez.

Según la presidenta, la agenda de reivindicaciones es enorme y la lista de agravios extensa, pero al PP le preocupan especialmente dos cosas: la reforma del sistema de financiación autonómica y las infraestructuras, porque el papeluco está muerto, sin fechas, ni euros, ni firmante autorizado y además, se está incumpliendo de cabo a rabo. “Es la mayor estafa en los 40 años de historia de la autonomía”, ha concluido.

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