Los trabajadores de la Fundación Marqués de Valdecilla han recibido formación sobre el ictus
El gerente de la Fundación Marqués de Valdecilla (FMV), José Francisco Díaz, ha recibido oficialmente la certificación ‘Espacio Cerebroprotegido’ de la mano del presidente de la Fundación Freno al Ictus, Julio Agredano, tras la formación que han recibido los trabajadores de la FMV con el objetivo de identificar de forma precoz las señales de un ictus para actuar con rapidez y aumentar las posibilidades de supervivencia.
Con este distintivo, la FMV se convierte en la primera entidad sanitaria de Cantabria en obtener este certificado que acredita que los empleados han completado el programa online desarrollado por la Fundación Freno al Ictus en colaboración con la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Durante la recepción, que ha tenido lugar en la sede de la Fundación Marqués de Valdecilla, ambos representantes han estudiado diferentes vías de colaboración en el futuro relacionadas con este campo y han puesto en valor la formación, que han recibido los trabajadores ya que les permite contar con los conocimientos necesarios para identificar los síntomas de un ictus y saber que tiene que dirigirse al 112 o al 061. Se trata de cuestiones vitales que se traducen en un mejor abordaje de este tipo de accidentes, con menos secuelas y con más oportunidades de supervivencia.
La formación recibida se enmarca en las acciones de Salud Laboral y Responsabilidad Social Corporativa de la FMV, así como en su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud y la reducción del impacto de enfermedades no transmisibles.
Primera causa de muertes en mujeres
El ictus afecta cada año a 120.000 personas en España y constituye la primera causa de muerte en mujeres y la primera causa de discapacidad en adultos. La SEN estima que su incidencia aumentará un 35 % en la próxima década, lo que hace fundamental la existencia de espacios públicos y privados donde haya personal preparado para reconocer los síntomas y activar el Protocolo Ictus.
Ante este contexto, cobra importancia promover espacios cerebroprotegidos en empresas, supermercados, ayuntamientos, bancos, transporte, gimnasios, restauración y otros servicios públicos, donde un empleado debidamente formado pueda detectar los síntomas de un ictus en una persona, reaccionar a tiempo y activar el correspondiente protocolo.