«Estimados Albares, Sheinbaum y Andrés López Obrador, un poco de rigor histórico»

DE FORMA OFICIAL EN 1836 Y EN 1990, ESPAÑA SE HA REMONTADO A CARLOS V Y A FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS PARA RECONOCER EL ‘MODUS OPERANDI’ DE LA CONQUISTA

El ministro de exteriores de España ha redundado sin necesidad en la historia de España.  El ministro José Manuel Albares disertó acerca de una «injusticia» hacia los pueblos originarios de México durante la época de la conquista española. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, celebró estas palabras como un «primer paso». Un paso innecesario, un paso reiterativo y un paso redundante porque España ante el pueblo mexicano lo ha hecho más de una vez, y tanto por la parte gubernamental como por la Casa Real de los Borbones. Claudia Sheinbaum y Andrés López Obrador, han conseguido de España un gesto más político que histórico.

MADRID, AÑO DEL SEÑOR DE 1836 

Es bueno, obligado y de menester, conocer la historia gubernativa y monárquica, antes de salir a la palestra y utilizar un atril para soltar expresiones que no hacen sino mostrar un desconocimiento de la historia que le pueden dejar al personaje en sí, como un mameluco. El Reino de España y la incipiente República Mexicana sellaron de forma oficial sus desavenencias de forma triple con el Tratado de paz y amistad celebrado entre ambos países el 28 de diciembre de 1836; por el cual la reina de España declaró independiente aquel estado. En el Tratado de 1836 se recogen términos como «olvidar para siempre las pasadas diferencias y disensiones».

«Su Majestad católica doña Isabel II, por la gracia de Dios y por la Constitución de la monarquía española, reina de las Españas, y durante su menor edad la reina viuda doña María Cristina de Borbón, su augusta madre, gobernadora del reino, de una parte, y de la otra la república Mexicana; deseando vivamente poner término al estado de incomunicación y desavenencia que ha existido entre los dos gobiernos y entre los súbditos y ciudadanos de uno y otro país, y olvidar para siempre las pasadas diferencias y disensiones por las cuales desgraciadamente han estado tanto tiempo interrumpidas las relaciones de amistad y buena armonía entre ambos pueblos, aunque llamados naturalmente a mirarse como hermanos por sus antiguos vínculos de unión, de identidad de origen, y de recíprocos intereses, han resuelto, en beneficio mutuo, restablecer y asegurar permanentemente dichas relaciones por medio de un tratado definitivo de paz y amistad sincera», consta en el prólogo de aquel Tratado. El presidente de la república Mexicana ratificó este tratado en 3 de mayo y su Majestad la reina en 14 de noviembre de 1837; en cuyo día se canjearon las ratificaciones. Hecho por triplicado en Madrid a 28 días del mes de diciembre del año del Señor de 1836.  Por parte del Reino de España estampó su firma, José María Calatrava, como secretario del despacho de estado y presidente del consejo de ministros; y el presidente de la república Mexicana, Miguel Santa María, como ministro plenipotenciario de la misma en la corte de Londres.

JUAN CARLOS DE BORBÓN Y SOFÍA DE GRECIA, 1990

Visita oficial, visita de Estado, visita de los Reyes de España a México en 1990.  También entran en el olvido de Claudia Sheinbaum y de Andrés López Obrador.  «La Corona de España procuró desde el mismo momento del Descubrimiento del Nuevo Mundo la defensa de la dignidad del indígena«, así se expresó el Rey de España Juan Carlos I en enero de 1990 con Doña Sofía en el viaje oficial hasta Oaxaca donde se reunieron con los representantes de las siete principales etnias. Y añadió que «el propio Rey Carlos V hizo observar enérgicamente a Hernán Cortés que Dios Nuestro Señor creó a los indios libres y no sujetos a servidumbre«. En aquel histórico encuentro en México en 1990, el Rey de España lamentó los abusos que se cometieron durante la Conquista, a pesar de que la Corona de España procuró defender siempre la dignidad del indígena. De forma textual Juan Carlos I dijo «claro que la prudencia y la ecuanimidad de los Monarcas fue, a menudo, lamentablemente desoída por ambiciosos encomenderos y venales funcionarios que, por la fuerza, impusieron su sinrazón». «Ello suscitó la reacción de gentes de bien que alzaron sus voces en defensa de los derechos de los indígenas», añadió Don Juan Carlos, «y la Corona siempre los escuchó». En aquel encuentro el Don Juan Carlos mencionó hasta al dominico sevillano fray Bartolomé de las Casas, quien fue nombrado protector de los indios, y quien surcó hasta en diez ocasiones el océano Atlántico para defender a los nativos en Indias y en la corte. Hasta su muerte en 1566, Las Casas desarrolló una actividad incansable en defensa de los indios, acompañada por una obra intelectual enorme.    En aquella visita de 1990 los indígenas invitaron a los Reyes de España a una Guelaguetza, una fiesta de origen precolombino. 

DISCULPAS EN 2025

En 2025, España ha reiterado «dolor y la injusticia hacia los pueblos originarios» de México, así lo ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Con todo el respeto, pero con el rigor histórico que nos proporcionan los documentos oficiales, más que una disculpa o un reconocimiento, siempre innecesario porque ya se hizo, parece más bien un berrido provocado por la necedad de dos personajes que además no poseen aquello de «los ocho apellidos», Claudia Sheinbaum y Andrés López Obrador. 

Autor: José Luis López / Director Cantabria Directa. Imagen: Los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía en enero de 1990 en Oaxaca (México) , donde se reunieron con los representantes de los indígenas -EFE-.

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