Es una de las cuatro colegiatas construidas en estilo románico en Cantabria, junto a Santillana, Castañeda, y Cervatos
Situado a 685 m sobre el nivel del mar. San Martín de Elines (Valle de Valderredible, Cantabria), en 2012 (Instituto Nacional de Estadística), era de 47 habitantes, siendo el pueblo visitado especialmente por su colegiata románica.
San Martín de Elines es uno de los pueblos de mayor extensión de Valderredible. Su casco lo forman básicamente tres barrios: el de Abajo, a ambas márgenes del Ebro, el de Arriba, en la base del talud de la Peña Camesía y Cabrerizas. Las fértiles vegas que vemos extenderse por el corredor sur del valle, se van estrechando poco a poco hasta desaparecer en el embudo del cañón del Ebro, cuyo primer tramo se alcanza a ver desde San Martín. En general, la calidad del entorno natural es óptima y merece la pena el ascenso por la pista que lleva hasta el páramo de La Lora desde el Barrio de Arriba, desde donde se disfruta de unas excepcionales vistas de la parte oriental de Valderredible.
La Colegiata de San Martín de Elines es el monumento románico sobresaliente de los muchos que tiene Valderredible y uno de los más interesantes de la región. Es una de las cuatro colegiatas construidas en estilo románico en Cantabria, junto a Santillana, Castañeda, y Cervatos. La colegiata se construyó inicialmente como monasterio, pasó posteriormente a ser colegiata, y finalmente parroquia.
San Martín de Tours
Hoy templo dedicado a la advocación de San Martín de Tours. Es la joya arquitectónica de Valderredible y uno de los más interesantes del románico en Cantabria. En 1.931 fue declarado Monumento Nacional. Se levanta sobre los restos de una iglesia mozárabe del s. X. Solamente se conservan los muros del claustro que dan al cementerio. Debió de ser inicialmente monasterio que duró hasta el año 1.102; construyéndose hacia la segunda década del s. XII la colegiata, hoy templo parroquial. El exterior es el de una edificación de una sola nave en tres tramos que se cierra en presbiterio recto y ábside semicircular. El tejado es a dos aguas y tiene en el sur una torre circular, y en el norte una estancia rectangular, hoy sacristía. La cornisa de la nave está decorada con canecillos así como la del crucero. El ábside es de dos pisos de armaduras, siendo ciegos en el primer nivel y con tres aperturas de ventanas abocinadas que apoyan sus archivoltas sobre columnas con capiteles en el segundo nivel. Estuvo decorado con pinturas murales quedando sólo dos figuras probablemente de apóstoles y algunas figuras animales.
La entrada está en el muro oeste a los pies de la iglesia
En el interior destacan también el crucero dotado de importantes columnas entregas que sostienen la cúpula del cimborrio .Un arco toral de medio punto da acceso al mismo. El arco triunfal que da acceso al presbiterio apoya también sobre cuatro capiteles cilíndricos. El crucero se completa con arcos ciegos cuyos capiteles representan: el primero, la Degollación de los Inocentes y la Adoración de los Magos; el segundo, a Sansón peleando con un león y en otra escena a Cristo y al Anticristo; el tercero, al Profeta Daniel en el foso de los leones y, el cuarto, a dos leones engullendo infantes.
La capilla del cementerio, probablemente del s. XIII, exhibe una pintura mural barroca
El claustro, de planta cuadrangular, es el lugar de exposición de piezas tanto de la misma colegiata como de iglesias de los alrededores, a saber, canecillos, tapas de enterramientos de abades con inscripciones curiosas por su grafía y su texto, la pila bautismal de Quintanasolmo y la de Villaescusa de Ebro y el sepulcro del Caballero Peregrino.