«Lo imposible es dar cobertura a toda esa superficie con 3 personas vigilando por turno»
Desde el 2015, año en el que se “inventan” Ignacio Diego y el actual consejero de sanidad César Pascual (entonces Gerente del HUMV) un Smart Hospital gestionado primero por Ferrovial y ahora por Serveo; en el que la característica principal es la gestión y privatización de 12 servicios no clínicos, los cántabros hemos visto como la calidad de estos que fueron privatizados menguaba: peor comida, más suciedad, cada vez menos empleados entre los servicios privatizados, trabajadores que en muchos casos lo mismo sirven para un roto que para un descosido, es decir multitárea, y con sueldos pírricos.
En algo tiene que ganar una gran empresa que adopta feliz la gestión privada de un hospital; 10 años se han cumplido desde que pasamos a manos privadas, 10 años de hipoteca que no han mejorado para nada el hospital de referencia de la comunidad.
Privatizar 12 servicios no es baladí; la empresa privada no hace favores, no da duros a peseta, es más: aumenta el coste, nos sale más caro y beneficia ¿a quién?
Hay muchos datos que el ciudadano de a pie desconoce que deben ser puestos encima de la mesa, porque son cruciales para entender como la privatización de lo público afecta al paciente. Valdecilla tiene una superficie aproximada de 180.000 m2 equivalente a 25 campos de fútbol, pues bien, lo que parece imposible es que se pase de 42 vigilantes sin contar los jefes y el técnico a 30 después de la privatización incluyendo a los jefes y a los de control que no pueden bajo ningún concepto moverse de su puesto.
Lo imposible es dar cobertura a toda esa superficie con 3 personas vigilando por turno: Una en un vehículo, otra en rondas por el hospital y una sola en urgencias. Lo posible y lo que ocurre diariamente es que en un protocolo de psiquiatría o en algún conflicto los 3 tengan que acudir y se quede el hospital descubierto de toda vigilancia. Luego está la realidad: trabajadores desprotegidos ante agresiones de cualquier tipo, seres humanos que acuden al hospital en situación de vulnerabilidad y que son ignorantes de la merma de trabajadores que puedan cubrir todas las situaciones que en un lugar inmenso y con características muy específicas suceden. Insisto, 1 sólo vigilante de seguridad en urgencias.
Estos “detalles” que nunca salen a la luz hay que abordarlos, esta forma de gestionar, esta sospecha que recae una y otra vez sobre César Pascual de “vendernos” a cambio de…., este privatiza que algo queda, y mi homenaje particular a los que siendo tan pocos parecen tantos.
Autor: Juan Ramón Carrancio Dulanto, portavoz OlaCantabria.