Horario: Martes a sábado de 10:00 a 13:30 h y de 16:00 a 20:00 h./Entrada gratuita/Museo, Fundación Jesús Otero
CRISTINO DÍEZ
El hierro, elemento formado con fuego y con gran esfuerzo humano, ha sido durante siglos uno de los pilares del desarrollo de Cantabria. En esta región, donde las montañas parecen querer sumergirse en el mar, el hierro no solo brota de las entrañas de la tierra, sino que también teje una historia profunda con la vida marítima. La tradición metalúrgica en Cantabria tiene raíces milenarias: desde las minas romanas de hierro en Peña Cabarga hasta la Real Fábrica de Artillería de La Cavada en el siglo XVII, pasando por explotaciones como Vizmaya o Cabárceno, esta tierra ha conocido la dureza de la mina y la precisión del taller. Estos metales moldearon cañones, herramientas, barcos, anclas y estructuras que dieron forma a la historia naval de España. Al mismo tiempo, el mar ha sido compañero constante. Las villas marineras, los oficios pesqueros, las mareas vivas y la iconografía marina habitan profundamente el imaginario cántabro. En este contexto nace una propuesta artística que funde ambas herencias: la del hierro extraído, trabajado, oxidado… y la del océano que inspira formas, ritmos y memorias.
Cuerpos metálicos
Las esculturas que hoy se presentan dialogan con estas dos potencias: el mineral y el agua. Son cuerpos metálicos que evocan peces, esqueletos marinos, embarcaciones o criaturas abisales, pero también son fragmentos de maquinaria, soldaduras que recuerdan a huesos, y estructuras que podrían ser restos arqueológicos del fondo del mar. Como fósiles industriales sumergidos en un océano simbólico. La exposición se emplaza en Santillana del Mar, villa de piedra e historia, donde el arte contemporáneo se inserta en un entorno de memoria viva. Aquí, entre arquitectura medieval y aire marítimo, el hierro vuelve a contar su historia. Y lo hace no desde el ruido de la forja, sino desde la poética del óxido y la forma.
MARÍA JOSÉ CASTAÑO
Desarrolla su obra desde una conexión con la naturaleza como experiencia emocional y el contacto directo con el entorno en la búsqueda de lo esencial a través de la abstracción.A lo largo del tiempo su paleta ha evolucionado al ritmo de sus viajes,incorporando los colores y la luz de lugares como el Cantábrico su valle del Arlanza, el desierto de Atacama, Nepal Pekín..., ha desarrollado una obra personal e intensa que se encuentra en colecciones públicas y privadas. Ha obtenido reconocimientos y distinciones a lo largo de su trayectoria, y ha realizado numerosas exposiciones tanto dentro como fuera de España. Esta muestra en Santillana del Mar forma parte de su compromiso continuo con la pintura como medio de expresión,en series como «la sal de todos los mares»explora ciclos vitales,puentes entre lo real y lo onirico, las obras de esta pintora expresionista, son cartas visuales,que condensan memoria,emoción y presencia. De nuevo el ocaso brota en borbotones de azules heridos y dorados tartanes de hilos lunares. Humilde y glacial se esconde la luz usada, y el macho cabrío ordena los silencios. El día se dispersa en los ojos de los peces abisales y se engasta en luminosas estructuras cristalinas donde tiembla la emoción de la sal de todos los mares. De nuevo el ocaso ha salvado el renacer del mundo