El 20 de julio de 1905 se abrió al servicio la vía de los Ferrocarriles Económicos de Asturias con la que se materializó la conexión entre Santander y Oviedo
El 20 de julio, pero de hace 120 años, se inauguraba un nuevo ferrocarril de vía estrecha en un periodo de auge de este tipo de líneas. En 1894 el Ferrocarril «de la Robla» entre Bilbao y La Robla; en 1895 entre Cabezón de la Sal y Santander. Fue esta última ampliada Llanes, conocido como el Ferrocarril Cantábrico, mientras que en la vertiente asturiana nacería el tramo entre Infiesto y la «muy noble y leal villa», propiedad de los Ferrocarriles Económicos de Asturias. La conexión entre estos dos ferrocarriles se realizó mediante la inauguración del tramo completo «Oviedo-Santander«, que años después su titularidad pasaría de FEVE en los años 70 hasta el ADIF. Si bien es cierto que ha tenido sus momentos de esplendor en épocas pasadas (con más de un tren de mercancías diario por sentido y un servicio de calidad), hoy, tristemente, está abocado a una situación similar a otras líneas (abandono, falta de interés…). Es una línea que discurre por valles de ríos, montañas y zonas cercanas a la costa, aunque a esta última no se le realizan muchas visitas, salvo en determinados puntos, que hacen un trazado lleno de contrastes y pintorescos paisajes tanto en Asturias como en Cantabria. Además, perdura como una de las últimas líneas con Bloqueo Telefónico de España (la mítica imagen del Jefe de Estación con su banderín reglamentario dando salida a los trenes que circulan). Actualmente, únicamente tiene tránsito de viajeros y de forma (más o menos) regular, trenes de mercancías entre la planta de ArcelorMittal en Avilés y en Basauri, a lo que se suma la temporada de turísticos de lujo en temporada estival. ¡Por más años de esta línea de ferrocarril, que vertebra regiones y conecta pueblos y localidades!