VOX DENUNCIA LA SUSPENSIÓN CAUTELAR DE LA LEY DE DEROGACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE CANTABRIA POR PARTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En una decisión que sienta un inquietante precedente para la democracia española, el Tribunal Constitucional, presidido por Cándido Conde-Pumpido, ha acordado la suspensión cautelar de la Ley de Derogación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria, una medida que VOX considera carente de fundamento jurídico.
Desde el Grupo Parlamentario VOX, en rueda de prensa ofrecida por su portavoz Leticia Díaz, se ha denunciado que esta suspensión responde directamente a la invasión del poder judicial por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Díaz ha calificado la decisión como un “nuevo ataque a la soberanía legislativa de las comunidades autónomas”, y ha subrayado que la ley recurrida fue aprobada con todas las garantías de constitucionalidad por el Parlamento de Cantabria.
«El Tribunal Constitucional se ha convertido en un instrumento al servicio del Gobierno», ha afirmado la portavoz, apoyándose en los duros votos particulares de dos magistrados de la sala, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel. Ambos denuncian que la decisión judicial carece de base en la doctrina constitucional y que el auto «pretende justificar la suspensión en unos supuestos ‘derechos memorialísticos‘, que ni se definen ni se concretan».
«La ley cántabra busca cerrar heridas ya cicatrizadas y reconocer por igual a todas las víctimas»
VOX defiende que la ley cántabra busca cerrar heridas ya cicatrizadas y reconocer por igual a todas las víctimas, sin distinciones ideológicas, “frente a la estrategia del PSOE de reabrir viejas divisiones con fines partidistas”. Díaz ha denunciado que esta decisión se produce, además, en un contexto político marcado por la “reforma Bolaños”, que, según VOX, pretende politizar aún más la Justicia mediante el nombramiento directo de jueces y fiscales afines al Ejecutivo. La portavoz ha recordado que esta maniobra coincide con la reciente movilización de jueces y fiscales en defensa de la independencia judicial.
En palabras de Arnaldo y Espejel, el mantenimiento de la suspensión «supone anticipar el fallo definitivo del recurso, vulnerando el proceso de deliberación» y abre «una peligrosa deriva de imprevisibles consecuencias para el futuro». Como ha concluido Leticia Díaz: “Se puede decir más alto, pero no más claro, la independencia judicial es el último muro que nos separa del totalitarismo”.