Jornada de puertas abiertas en el Museo Cántabro del Ferrocarril, domingo 18 de mayo, por el ‘Día Internacional de los Museos’

Renfe mantuvo hasta finales de los años cincuenta los trenes de vapor en Cantabria

Jornada de puertas abiertas / 18 de mayo / «Día Internacional de los Museos» de 18:00 h a 22:00 h. / Accesos por la pasarela peatonal (C/ Castilla – C/ Alta) y por el aparcamiento de las estaciones.   El Museo Cántabro del Ferrocarril es el corazón de nuestra actividad. Desde locomotoras históricas, vagones restaurados y una impresionante maqueta en escala H0 (1:87) hasta objetos relacionados con la minería, la siderurgia y el ferrocarril, el museo ofrece un relato revelador del pasado industrial de Cantabria y España. El patrimonio ferroviario e industrial es un tesoro irremplazable que debemos cuidar y dar a conocer. Te necesitamos para continuar con nuestra labor de salvaguarda y difusión.

El museo y nuestra sede se encuentran al final del parking de la estación de tren de Santander entre las vías de Feve y Renfe, en el antiguo taller de material móvil de esta última compañía.

El ferrocarril en Cantabria

Cantabria, y el norte de España en general, tienen una larga historia ferroviaria. A comienzos del siglo pasado, el ferrocarril estaba directamente relacionado con el desarrollo, además de ser el mejor y más rápido medio de enlace con la meseta. Renfe mantuvo hasta finales de los años cincuenta los trenes de vapor en Cantabria. A partir de entonces fueron sustituidos por las unidades eléctricas, pero el vapor siguió usándose en la industria hasta años después.

Cantabria apostó por el ferrocarril, y en 1852 el rey consorte, Francisco de Asís de Borbón, colocó la primera piedra de la línea Santander-Alar, una iniciativa que exigió mucha constancia y esfuerzo y que supuso un acontecimiento decisivo para el futuro de la sociedad cántabra. El carácter emprendedor e innovador de los montañeses se evidencia al tener en cuenta que en ese año sólo había dos líneas funcionando en España, la Barcelona-Mataró y la Madrid-Aranjuez.

Desde entonces, los caminos de hierro han marcado la evolución social y económica de Cantabria. El vapor, la electricidad y el diésel que impulsaban las máquinas contribuyeron a enriquecer a los pueblos, valles y comarcas de nuestra comunidad, proporcionando unos más altos niveles de bienestar, favoreciendo el comercio y la industria gracias a la mejora del transporte y dejando huella de otras culturas e idiosincrasias por las que pasaba el ferrocarril.

Horario museo y sede

Martes y viernes (excepto festivos) / 19:00 – 21:00 h / Entrada libre sin reserva

Visita guiada al museo

A las 19:00 y 20:00 h / Reserva en la Oficina de Turismo de Santander:

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