El plusmarquista español y finalista olímpico de los 800 metros, Mohamed Attaoui, disputaba la segunda semifinal sobre unos 200 metros con amplias curvas y escuetas rectas que había dejado calientes la bisoña leyenda Jakob Ingebrigtsen (3:37.49, fácil y suelto, empleándose realmente en el último par de vueltas). No era una empresa fácil (Vermeulen, Farken, Nader…), pero el cántabro (subcampeón sub 23 al aire libre) ya no teme a nadie, tanto que tensó la carrera pasado el mil, ejerció de front runner sin complejos y, contra todo pronóstico, su apabullante velocidad final no salió a relucir en los últimos 50 metros, hasta el punto de ser rebasado por el alemán Robert Farken sobre los mismos cuadros (cuarto con 3:42.55). Dos centésimas le privaron de su primera final de 1.500 en categoría absoluta y de luchar mañana a las 21:15 por ser el primer español (hombre o mujer) en conquistar medallas en ocho y ‘milqui’ en un gran campeonato. Habrá que esperar, pero ese hito sigue aguardando a un corredor de un talento brutal que sin duda volverá a brillar de aquí a no mucho. En la última oportunidad para obtener plaza en la carrera definitiva teníamos a Ignacio Fontes, que lo peleó hasta que la velocidad se encabritó y acabó séptimo con 3:42.28).